Las elecciones de medio término en Estados Unidos, otorgaron la mayoría de las dos cámaras legislativas: Representantes y Senadores, al partido Republicano, es decir, a la oposición al partido del presidente Barack Obama.
Se conocen como Elecciones de Medio Término, porque coinciden con la mitad del mandato del presidente en funciones y, por ley, se realizan el martes siguiente al primer lunes de noviembre.
En estas elecciones se eligen a nivel nacional diputados, senadores, gobernadores, intendentes y otros cargos locales. En números redondos se disputaron: 36 de los 100 asientos del Senado, los 435 escaños de la Cámara de Representantes, 36 cargos de gobernadores y numerosos puestos a nivel de los gobiernos y legislaturas locales.
Los que celebran con los primeros sondeos lo hacen aún sin resultados definitivos. El director del Comité Nacional de Campaña de los republicanos, Rob Collins, aseguró que tendrán que esperar más de 10 días para que esos resultados se confirmen.
Algunos resultados, dijo, están demasiado cerrados y es posible que tome semanas o meses antes de que sepamos si el Senado estará bajo control de los demócratas o los republicanos.
Luego de aceptar como ciertos, los primeros resultados, que dejan a los Republicanos en control absoluto del congreso, Obama invitó a los líderes de ambos partidos a su despacho, para estudiar el nuevo panorama político. Esto ocurrirá el próximo viernes.
Curules que cambian
Hasta el martes pasado. Los Republicanos hacían mayoría en de la Cámara de Representantes y los Demócratas en el Senado.
Pero los opositores, que necesitaban 6 Senadores para pasara a dominar la cámara alta, obtuvieron siete: Arkansas, Colorado, Iowa, Montana, Carolina del Norte, Dakota del Sur y Virginia Occidental, cambiaron de color.
También se informó que los Republicanos lograron retener sus curules de: Alabama, Carolina del Sur, Georgia, Kansas, Maine, Mississippi, Nebraska, Oklahoma y Tennessee.
Distracción
Atilio Borón, analista de temas internacionales, explica que estos comicios ocurren sin mayor trascendencia.
“Las elecciones son apenas un simulacro carnavalesco para distraer a una parte de la opinión pública (recordar que la mitad o más de quienes podrían votar ni se molestan en registrarse para hacerlo), que se realizan en un día laborable (para desalentar la participación de los trabajadores) y en donde ninguna decisión importante brotará de los resultados que arrojen las urnas”.
La desmovilización de la ciudadanía que se opone al sistema dominante (bipartidismo) influye en la afluencia a las mesas de votación.
Para Borón: Si surgen voces y movimientos de protesta, cuando aparece algún atisbo de organización «desde abajo«, la represión del sistema no se hace esperar. Lo ocurrido con las grandes manifestaciones del «Ocupemos Wall Street» el año pasado son didácticas lecciones de lo que los grupos dominantes entienden por «democracia”.
Monopolio ideológico
Citado por la agencia Russia Today, el excongresista de EE.UU. Ron Paul ha aseguró que las elecciones en su país, “no tienen nada que ver con la lucha de políticos con las diferentes opiniones, como pasa en otros países”. Por lo que calificó al bipartidismo como un monopolio ideológico.
«¿Qué están haciendo con nuestros jóvenes? Se pregunta “Los mandan por todo el mundo involucrándolos en las guerras y diciendo que deben promover elecciones democráticas. Pero aquí, en casa, no tenemos una verdadera democracia. Hay un monopolio de ideas controladas por los líderes de dos partidos. Decimos dos partidos, pero en realidad es uno con la misma filosofía».
DesdeLaPlaza / Ernesto J. Navarro