El precio del petróleo entró a la recta final del año 2014 sin poder superar la caída de los últimos meses, motivado por el exceso de oferta en el mercado, en parte debido al “boom” del crudo no convencional (Fracking) de Estados Unidos.
El petróleo intermedio de Texas (WTI), de referencia en Estados Unidos, cerró el miércoles en 55,84 dólares el barril. Ese nivel está a cerca de la mitad de los 107,26 dólares, el máximo anual, con el que terminó el 20 de junio.
En las cuatro jornadas que quedan de operaciones en los futuros del petróleo, los analistas descartan cualquier movimiento brusco y las apuestas ya se enfocan hasta dónde puede estar la base de un precio que lleva meses dando tumbos, y que puede bajar más.
Tanto la caída del precio del WTI y del Brent, el crudo de referencia en Europa en los mercados globales, se ha agudizado desde que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) decidió a fines de septiembre no limitar su producción.
Parte de estas consecuencias es que aunque la OPEP se encarga de producir la tercera parte del petróleo que se consume en el mundo, unos 90 millones de barriles diarios, la producción propia de algunos países como Estados Unidos fuerza a ese cártel a buscar medios para asegurar su mercado.
En diciembre de 2007, antes de que comenzara el “boom” del petróleo no convencional, Estados Unidos producía 5,1 millones de barriles diarios en sus campos tradicionales. En septiembre pasado, con la llegada del ‘shale oil’, en cambio, su producción llegó a los 8,9 millones.
Venezuela, miembro de la misma organización, también se ha visto afectado por este ‘boom’. El viernes pasado, el crudo venezolano cerró en $51,26, casi 10 dólares menos de los 60 con los que se calculó el presupuesto nacional para el 2014 y 2015. Esto lleva a una caída de casi 50 dólares en seis meses, lo que significa que el país deja de percibir entre 30 y 35 mil millones de dólares al año.
Desde La Plaza/N24/NCH