Francisco ha exhortado hoy a la sociedad de Corea del Sur, uno de los países del mundo que ha experimentado un crecimiento económico más espectacular en el último medio siglo, a que esté en guardia frente al materialismo porque «ahoga los auténticos valores espirituales y culturales».
En la homilía pronunciada durante la misa en el estadio de Daejeon, a 200 kilómetros al sur de Seúl, el Papa ha alertado sobre los riesgos de la «competitividad desenfrenada» porque «genera egoísmo y conflictos».
Unas 50.000 personas, entusiastas y muy disciplinadas para realzar la coreografía de la ceremonia, han asistido a la misa en el estadio, que albergó partidos del Mundial de fútbol del 2002. Hoy coinciden la celebración católica de la Asunción y la fiesta nacional coreana -tanto del norte como del sur-, que recuerda la liberación del yugo japonés al final de la Segunda Guerra Mundial.
Jorge Mario Bergoglio ha traído también a Corea del Sur su mensaje de justicia social y de crítica profunda al sistema capitalista imperante. Sus palabras tienen un significado especial debido a la pujanza económica del país asiático, un gigante exportador. «Puedan los cristianos de esta nación ser una fuerza generosa de renovación espiritual en todos los ámbitos de la sociedad -ha afirmado Francisco-.
Combatan el señuelo de un materialismo que ahoga los auténticos valores espirituales y culturales y el espíritu de desenfrenada competitividad que general egoísmo y conflictos. Rechacen además los modelos económicos inhumanos que crean nuevas formas de pobreza y marginan a los trabajadores, y la cultura de la muerte que devalúa la imagen de Dios, el Dios de la vida, y viola la dignidad de cada hombre, mujer y niño».
Desde la Plaza/La Vanguardia/AMH