La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, no pudo contener sus emociones cuando leyó el informe final sobre las violaciones de derechos humanos cometidas durante la dictadura militar (1964-1985), entregado por la Comisión Nacional de la Verdad de Brasil.
«La comisión ha realizado un logro importante al proporcionar un informe esperado desde hace mucho tiempo sobre los horribles crímenes que tuvieron lugar durante la dictadura. El siguiente paso crucial que debe dar Brasil es asegurarse de que aquellos que cometieron las atrocidades finalmente sean llevados ante los tribunales«, indicó Human Rights Watch.
Según reseñó el portal RT, el informe presentado este miércoles durante una ceremonia encabezada por la mandataria, establece que entre 1964 y 1985 las persecuciones, torturas y ejecuciones fueron «sistemáticas» y dejaron al menos 434 muertos y desaparecidos.
«Respetamos y reverenciamos a todos quienes lucharon por la democracia«, afirmó la mandataria al recibir el documento y no pudo contener las lágrimas debido a que también fue una víctima por sus vínculos con un grupo que se alzó en armas contra el régimen militar, y aseguró que las nuevas generaciones y las familias de las víctimas merecían la verdad porque, sin ella, «continúan sufriendo como si sus familiares murieran de nuevo».
Según HRW, el amplio documento identifica a 377 personas, casi 200 de ellas aún con vida, como responsables de las violaciones de derechos humanos durante la férrea dictadura que gobernó ese país.
Hasta la fecha, en Brasil se reconocían extraoficialmente unos 400 muertos durante la dictadura. Sin embargo, sus responsables no han podido ser llevados ante la justicia debido a una ley de 1979 dictada por el propio régimen militar que amnistió policías y militares que violaron los derechos humanos.
Desde La Plaza/SuNoticiero/SE