En una nota publicada en el portal de Aporrea, se reseña la historia de Gustavo Martínez, quién en su momento apoyó la expropiación de Café Fama de América y recientemente fue despedido de sus labores.
Se expone entonces que hay personas a cargo de las empresas pertenecientes al Gobierno Nacional que toman la decisión de botar, «desde las sombras de la borucracia», a los trabajadores que han luchado realmente «por un ideal y por el bien común y no para el privilegio personal».
Ver también: Detenida Vicepresidenta de Comercialización de Abastos Bicentenario
«Así acaban con la historia y con las conquistas de los trabajadores, capturando la empresa para una casta que las maneja como si fueran los nuevos patronos, otra cara del capital», reza.
Según, Martínez fue uno de los que «luchó a brazo partido por la ocupación temporal y la nacionalización de Café Fama de América, cuando los dueños capitalistas se empeñaron en sabotear la producción y distribución del café para sus fines especulativos».
El trabajador fue uno de los dirigentes sindicales que encabezó esa batalla (la expropiación) y formó parte de la comisión creada para el ejercicio del control obrero; pero como iba en serio -dice la nota-, desde hace tiempo comenzó a estorbarles a los administradores estatales del Ministerio de Agricultura y Tierras. «Por eso lo premian con su expulsión de la empresa, porque… una cosa es hablar de revolución, pero atreverse a hacerla es intolerable para ellos.».
La excusa del despido, según alegan los patrones, el despido se realizó porque Martínez llegó tarde al trabajo durante tres días en un mes en el año 2014, «sin habérsele hecho ninguna amonestación, sin habérsele informado antes sobre el expediente levantado, en clara violación de sus derechos como trabajador».
Luego del decreto de expropiación en 2009, durante los años 2010, 2011 y hasta el 2012, los niveles de producción aumentaron y mejoraron las condiciones de trabajo de los obreros -dice el artículo-, así como el clima laboral, «pero a medida que la burocracia fue controlando más y abandonando la consulta a los trabajadores y trabajadoras, los niveles de producción fueron mermando».
Puedes leer la nota completa aquí.
DesdeLaPlaza.com/Aporrea/LDJ