Las autoridades israelíes se han apropiado de 400 hectáreas de tierras palestinas de Cisjordania que ahora pasan a ser consideradas suelo público, paso previo para la legalización de los asentamientos judíos.
El Ejército israelí, con competencias en materia de suelo en los territorios palestinos ocupados, ha informado de que no hay ningún tipo de reclamación de propiedad palestina sobre el terreno expropiado. Sin embargo, ahora se abre un plazo de 45 días para presentar recurso contra esta medida.
Los terrenos afectados acogen el asentamiento judío de Gvaot, situado al oeste del asentamiento de Alon Shvut. Conforme al Derecho Internacional ambos asentamientos son ilegales, pero Israel sí considera legal Alon Shvut y con esta decisión da el primer paso para legalizar Gvaot.
«Este anuncio abre un camino para crear la ciudad de Gvaot», ha destacado el presidente de la región de Gush Etzion, Davidi Perl, en declaraciones al diario israelí ‘Yedioth Aharonoth’. El subdirector del Consejo Yesha de Colonos, Yigal Dilmoni, ha indicado por su parte que esta es «una respuesta sionista adecuada a los ataques terroristas contra Israel».
Sin embargo, el director de la ONG israelí Paz Ahora, Yariv Oppenheimer, ha criticado que la medida perjudica a las posturas palestinas más moderadas, como la del presidente palestino, Mahmud Abbas. «Es clavar un cuchillo en la espalda de Abbas. Da a entender que Israel negocia con Hamás, pero al mismo tiempo destruye cualquier posibilidad de conseguir un acuerdo verdadero con los moderados», ha argumentado.
Desde la Plaza/THP/AMH