Una vez que su familia ha hablado y cuando su imagen -amenazado de rodillas y temblando en la arena- ha dado la vuelta al mundo, la prensa británica ha levantado el embargo deontológico que pesaba sobre el rehén británico, David Cawthorne Haines. Ex militar de 44 años, trabajaba como asesor de seguridad para ONGs occidentales en zonas de riesgo extremo.
En 2011 cooperó con una agencia inglesa en la guerra civil de Libia, al año siguiente estuvo en Sudán con una ONG estadounidense y cuando fue capturado, hace 17 meses al norte de Siria, servía a una organización francesa.
Los amigos de Haines han destacado el compromiso humanitario del rehén con los musulmanes castigados por la guerra de los Balcanes. «Iba casa por casa preguntándoles que necesitaban, ayudándoles a reconstruir sus viviendas y escuelas».
Sus allegados no entienden que quienes dicen defender a los musulmanes se ensañen precisamente con él. Los musulmanes de los Balcanes lo llamaban afectuosamente «el loco escocés».
Padre de dos hijas, una de 16 años de su primer matrimonio con una escocesa y la otra de cuatro, fruto de su actual esposa croata, Haines tenía su domicilio en Zagreb desde hace cuatro años, donde trabajaba en una compañía franco-croata de cocinas.
Su familia ha dicho que recibió órdenes de guardar silencio del Gobierno británico. Durante este año de angustia, sólo recibieron una prueba de vida, enviada por Skype por los terroristas. La siguiente vez que lo vieron, estaba vestido de naranja y amenazado por un cuchillo. En medios estadounidenses se especula con que podría estar ya muerto.
Sus amigos, que entienden la postura oficial de no pagar rescate, no pierden la fe: «Él es duro. Estamos seguros de que sobrevivirá».
Desde La Plaza/ABC/AMH