En la escuela siempre se nos impartió la historia desde una perspectiva errada. Cada 12 de octubre pintaban nuestras caritas con líneas y nos colocaban tocados con plumas hechas de papel de construcción para celebrar, irónicamente, la llegada de Cristóbal Colón a nuestro territorio y la unión de una nueva raza entre los nativos.
“Hoy es el descubrimiento de América: Día de la raza” se nos decía. ¿Cómo se puede definir como descubierto un territorio que ya estaba habitado? Poblaciones enteras, con sus estilos de vida y sociedad establecidos, coexistían en estas tierras donde nacieron y que por derecho les pertenecían, a pesar de haber sido arrebatadas por los colonizadores españoles que anhelaban sus riquezas.
No fue sino hasta el 2002 que se le dio el correcto nombre a esta fecha y el error fue emendado. Por decreto presidencial, el 12 de octubre pasó a conmemorarse el “Día de la Resistencia Indígena” en reconocimiento a la constancia, lucha por su dignidad, diversidad cultural y humana de los pueblos que intentaron ser dominados y cercenados.
Afortunadamente, durante la represión algunos indígenas se replegaron a lugares inhóspitos para evitar ser esclavizados, por lo que muchas de sus lenguas, costumbres, organización social existen hasta el día de hoy.
Recordemos que según que el censo realizado por Instituto Nacional de Estadística (INE) en el 2011, en el país existen 725 mil venezolanos autorreconocidos como indígenas, distribuidos esencialmente en los estados Amazonas, Bolívar, Zulia, Delta Amacuro, Anzoátegui, Monagas, Apure y Sucre.
Reconocidos
Desde el inicio del gobierno del líder de la Revolución, Hugo Chávez, se inició una lucha por velar por los derechos y las reivindicaciones indígenas, como novedades se les garantizó representación en la Asamblea Nacional y en los cuerpos deliberantes de las entidades federales y locales con poblaciones indígenas. Asimismo, se creó a partir del 2011 la Comisión Permanente de Pueblos Indígenas.
Y no solo fue ello, muchos espacios fueron rebautizados con sus verdaderos nombres como el Waraira Repano, proveniente de la etnia Caribe que habitaba el valle que después le dio el nombre de Caracas. Así como la famosa cascada conocida como el Salto Angel, cuyo nombre oficial ahora es Kerepakupai Merú.
La lucha por recuperar espacios y obtener derechos continúa, para así reconquistar lo perdido durante más de 500 años de opresión en los que se incluyen 40 años de olvido.
«Debemos evaluar cómo seguiremos profundizando los derechos y reivindicaciones de los indígenas», declaró recientemente el presidente del Parlamento Indígena de América-Grupo Parlamentario Venezolano (PIA-GPV), César Sanguinetti, para Venezolana de Televisión.
Desde La Plaza /ABD /DG