Un ataque cibernético a su servidor durante más de una semana, denunciados recientemente por Aporrea.org, no se dieron únicamente en esta página web, todo lo contrario, otros portales que engloban en la categoría de medios digitales alternativos, así como medios electrónicos institucionales también se han visto severamente afectados.
Tal fue el caso de la web desde donde publicamos estas líneas: DesdeLaPlaza.com, e igualmente las versiones digitales de medios impresos revolucionarios como El Correo del Orinoco, Ciudad CCS, el portal del Ministerio de Comunicación e Información y el portal del Centro Nacional de Comercio Exterior (Cencoex), entre otros. Llama poderosísimamente la atención que estas anomalías de conexión se hayan presentado justamente el mismo día que entró en vigencia la medida aplicada por la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (CONATEL) contra la cadena de noticias CNN en español (en lo sucesivo CÑM), es decir el pasado 15 de febrero de 2017.
No es el objeto de este artículo debatir la pertinencia o no de las acciones emprendidas por CONATEL, baste decir que la transnacional de la información acumula un extenso prontuario delictivo, prolijo en diversas técnicas de manipulación y falseamiento de los hechos, que luego son presentados ante la gran masa como información confiable, cuando en realidad se trata de propaganda de guerra, ni más ni menos.
Y no es de extrañar que la empresa en cuestión actúe de ese modo, pues constituye uno de los arietes de la corporación de propaganda Time Warner / AT&T, ésta última controlada por individuos muy influyentes en el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Complejo Militar Industrial Norteamericano y poderosos grupos económicos de la oligarquía gringa como los Rockefeller o el emporio texano del crudo ExxonMobil.
El que se pica…
Lo que nos ocupa en esta ocasión es que el colapso presentado en diferentes páginas web venezolanas, la mayoría de ellas con una línea editorial abiertamente progresista, tiene toda la apariencia de un acto retaliativo frente a las acciones de CONATEL. Y no es una inferencia descabellada, sobre todo si tomamos en cuenta que un ámbito donde se pone de manifiesto el viejo, pero más vigente que nunca, esquema de fuerte dependencia entre el Norte y las periferias es precisamente en el campo de las llamadas Tecnologías de Información y Comunicación (TIC).
Esto no sólo porque la producción de hardware y software (equipos, accesorios y programas) se encuentra altamente concentrada en un pequeño grupo de compañías a escala mundial, como el gigante Cisco Systems, sino además porque en el plano de la prestación del servicio también llevan la batuta emporios monopólicos como, oh casualidad, la ya mencionada AT&T, que adquirió recientemente el grupo Time Warner por la módica suma de 80.000 millones de dólares.
De manera que la llamada arquitectura de Internet, un elemento imprescindible en esta era de la información y el conocimiento, se destaca por un diseño marcadamente piramidal, y -cómo no podía ser de otra manera – la punta de la pirámide no la encontramos en Bolivia, ni en Ecuador o Venezuela, por citar solo algunos países suramericanos, sino en el Todo Poderoso Estados Unidos de Norteamérica.
Esto ha dado pie para flujos comunicacionales sencillamente absurdos, como ocurre en nuestro país donde los contenidos (paquetes de datos, voz, vídeo, textos, sonidos e imágenes) que viajan, pongamos por caso de San Cristóbal a Caracas, deban primero trasladarse hasta el corazón del imperio para después ser reenviados a su destino final.
Como explica la investigadora Ysabel Briceño, “las redes troncales -o conexiones principales que suelen unir las distintas redes ramificadas de América Latina- y los proveedores globales de servicio de Internet se encuentran situados principalmente en Estados Unidos. (…) Las empresas estadounidenses realizaron en la década de los noventa cuantiosas inversiones en infraestructura para canalizar el tráfico de Internet, desarrollando inicialmente planes de acción en Chicago, Nueva Jersey, San Francisco, San José y Washintong DC. Con inversiones posteriores, este país empezó a contar con una plataforma importante y única en el continente para garantizar el transporte internacional de datos y paquetes de información vía Internet”.
Así la estructura jerárquica de la Red muestra en un nivel inferior a los proveedores de servicio de conexión (ISPs) locales, que tienen un alcance restringido sólo a ciudades o regiones específicas. En esta escala sólo se ofrecen servicios de hosting (alojamiento en la web), correo y acceso a Internet a usuarios finales. Luego le siguen los ISPs nacionales y regionales que abarcan un área mucho mayor y ofrecen servicios de interconexión y de tránsito a proveedores más grandes. Y finalmente en la punta de la pirámide los IBPs (Internet Backbone Providers), quienes son los proveedores globales del servicio.
Con semejante alineación de juego hay que decir que yerra por completo la gente de Aporrea, al insinuar que el ataque cibernético pudo provenir de grupos asociados al oficialismo para supuestamente acallar la recia crítica que se da en ese portal, del cual por cierto también soy colaborador.
Todo parece indicar que por ahí no van los tiros, cómo que vienen más bien desde Atlanta. Al parecer los “partners” de CÑM ignoran que Aporrea maneja los símbolos chavistas pero presenta contenidos mayoritariamente opositores y por eso también llevaron lo suyo, pero el objetivo real eran las páginas aliadas al proceso.
En materia de conectividad está visto que, cómo me dijo mi buen amigo y editor de DesdeLaPlaza.com, Simón Herrera: “los gringos mueven un cable y nos ponen a correr”. No estaría de más que los órganos competentes en Venezuela abran la respectiva investigación. Sería un acto en favor de la soberanía tecnológica.
DesdeLaPlaza.com/Daniel Córdova