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Cientos de estudiantes se arriesgaron y presentaron la prueba interna en la UCV

Desde tempranas horas de la mañana, cientos de jóvenes hacían fila para presentar el examen de admisión en las facultades de ingeniería, ciencias y arquitectura en la Universidad Central de Venezuela (UCV), uno de los requisitos para ingresar a la institución que representa el 40% del peso, adicional al 60% conformado por el índice académico de los aspirantes.

Muy a pesar de las recientes decisiones tomadas por el Consejo Nacional Universitario (CNU), donde se establece como única vía de ingreso a la universidad el Sistema Nacional de Ingreso (SNI) respetando sólo aquellos convenios internos de las instituciones, los muchachos hacían cola con la esperanza de obtener un cupo universitario, ya sea porque no quedaron en la opción de su preferencia en el SNI, en la universidad deseada o porque en la primera fase no fueron elegibles a un cupo.

Gente iba y gente venía no faltó el comentario de aquel alumno que pensó que la prueba fue fácil, otros la señalaban de “pelua” pero lo cierto es que la mayoría tomó la prueba interna como un acto de fe ya que no saben con sinceridad que irá a pasar con todo aquel que presentó.

El desconcierto y la falta de información abunda en los aspirantes y familiares, quienes consideran que es necesaria una medicación entre las partes involucradas, UCV y la Oficina de Planificación del Sector Universitario (OPSU), ya que los únicos afectados –coinciden-son los estudiantes.

Para Xiomara Loreto de Brito, proveniente de los Teques y madre de una joven de 16 años que cursa estudios en un colegio semi privado la UCV, es un opción alternativa a la Universidad Nacional Experimental de la Fuerza Armada Nacional (UNEFA), donde su hija quedó ya seleccionada luego de modificar sus opción de estudio. «Mi hija tuvo que re ajustar sus opciones porque el promedio que le pedían no lo tenía y tuvo que cambiar de arquitectura a otra, así que le dije que presentará en la UCV como otra posibilidad” para ella el Sistema tiene una buena intención pero también posee debilidades.

 «Considero que mi hija tiene un buen promedio, casi los 18 puntos y podía haber quedado aquí, pero hubo compañeros de ella que mintieron en la parte socio económica y tenían un índice más bajo y sí quedaron en la UCV”. Al expresar este comentario, un par de representantes cercanos comparten experiencias similares, pero se niegan a declarar oficialmente, alegan que debe haber algún tipo de chequeo sobre las condiciones de las familias por un sociólogo o trabajador social del Estado “así sea que pidan recibos de algún servicio, carta de la comunidad que especifiquen dónde y cómo viven o alguna certificación de ingresos de los padres” señalan los representantes, otros alegan como opción el seguimiento por parte del personal del colegio de origen para la contraloría de las respuestas.

Lucia de Jesús Rodríguez, de 17 años de edad no quedó en ninguna carrera seleccionada en el SNI, a pesar de que manifiesta tener un buen promedio. Ella también explica cómo compañeros de estudio que viven en la zona de Cumbres de Curumo, en la ciudad de Caracas, mintieron en la información que suministraron al Sistema en lo relacionado a su posición económica y a las variables sociales «Quedaron en medicina con un promedio de 14 al mentir en esas variables” explica.

La joven añadió que no considera justo un Sistema que favorece a personas que mienten “es muy difícil ir a cada familia a cada casa y decirles mira no puedes mentir en esto, no tienes en realidad la certeza de que ellos no van a mentir”.

Al preguntarle a Rodríguez sobre si ha considerado cambiar sus opciones de estudio por otras carreras relacionadas a la medicina en el lapso que otorgó la OPSU para ello, manifestó no conocer la información.

Así mismo se le consultó sobre el Programa de Medicina Integral Comunitaria que ofrece el Estado ante lo cual comentó no descartar por ahora ninguna opción “sí lo he estado pensando así como fisioterapeuta, odontología, radiología, aunque esas opciones la metí en el Sistema y tampoco salieron”.

Por su parte, Isabel Sotillo de profesión docente, quien se encontraba acompañando a su hija, considera que no se debe ser tan duro con el nuevo SNI ya que el mismo al ser novedoso puede presentar fallas que se pueden corregir e ir ajustando.

«Mi hija quedó a través de SNI por Biología, ella tiene muy buenas aptitudes para la carrera así como para arquitectura por eso también está presentando en la UCV”, para Sotillo no se debe ser discriminatorio con ninguna universidad y llama a los padres a considerar otras opciones como la Misión Sucre, Medicina Integral Comunitaria o la Bolivariana. “Si mi hija no queda en la UCV, se postulará en la Universidad Bolivariana que creó que hay un proceso en septiembre de inscripción, tenemos varias opciones, yo como soy docente no discrimino entre ninguna universidad” .

En relación al futuro de los jóvenes que han presentado las pruebas internas durante varios fines de semana, la docente considera que no es justo para nadie, mucho menos para los estudiantes quienes sea cual sea la decisión final, los más perjudicados.

«Si ya se asignaron todos los cupos que incluyen a todo este gentío que está presentando hoy, que son bastante, cómo quedan ellos y sus expectativas, si no llegan a un acuerdo y las universidades deciden por autonomía no adatarse a eso cómo quedan a los que ya le dieron la esperanza de que van a entrar…definitivamente van a tener que dialogar o buscar la forma de contratar más profesores, ver cómo aceptan a todos, porque al final tiene que ganar el estudiante”.

Un profesor de la UCV cuyo hijo estaba presentando en la facultad de ingeniería, que tampoco quiso ser identificado, manifiesta preocupación por la posible deserción de estudiantes en los primeros semestres “ un estudiante que tiene un promedio de 14 no creo que aguante el primer trimestre en la USB, esa universidad es fuerte, su matemática lo es, es triste que los muchachos deserten y se pierdan esos cupos que podían haber sido para otros que si tenían las aptitudes para avanzar en los programas”.

Para la señora Milagros Josefina Castro, las discrepancias que se ha presentado entre las universidades y Opsu han sido utilizadas por algunas personas como algo político, “cuando no debe ser así”. Ella también piensa que deber existir una única vía para el ingreso.

«Me parece un absurdo que unos entren por prueba interna y otros por Opsu, o es una cosa o es otra no las dos” al ser consultada si conocía como funcionaba el SNI, señaló que no lo entendía bien “ creo que toma variables económicas, el que menos tiene, posee más probabilidades de entrar a la pública y el que puede pagar lo envía a una privada, pero hay particularidades como medicina que sólo la ofrecen las universidades públicas, en ese caso ambos, el que tiene más, el que tiene menos poseen el mismo derecho a ingresar (…) Mi hija también presentará en la Universidad Católica Andrés Bello, no sé si Opsu eliminó también esas pruebas o no, no creo porque es privada ¿no?” comenta.

¿Un negocio detrás de las Pruebas de Ingreso?

Un curso preparatorio para la prueba interna de la UCV y la USB varía de 8mil a 15 mil bolívares, aquellos estudiantes quienes tuvieron la posibilidad de costearlos se han preparado durante este último año escolar y pusieron sus esperanzas en unas pruebas que no garantizan hasta el momento ningún posibilidad de ingreso.

Otros, por el contrario, se sumarán a la tanda que modificará sus opciones de estudio en la segunda etapa del proceso que se extenderá hasta el próximo 1 de junio, donde más de 79mil bachilleres tienen la oportunidad aún de elegir una carrera universitaria.

En cuanto al monto que cancelaron (300 bolívares) los casi 48 mil estudiantes en la UCV para tener derecho a presentar la prueba, muchos dicen no pensar reclamarlos de tomarse la decisión de que las pruebas no son validas, ya que opinan que el proceso será engorroso.

Y entones ¿qué pasará con la plata?, nadie sabe, muchos se quedan en silencio otros por el contrario como Lucia de Jesús Rodríguez finaliza su entrevista diciendo que “la universidad es una compañía, tienen que cobrar por los cupos que tienen y me imagino que lo utilizarán para renovar sus áreas …no sé”.

Desde La Plaza/María Gabriela Caldera/ Fotografía y Video: Daniel Tineo

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