El ambiente festivo que imperaba desde primera hora de la mañana entre los ciudadanos que hacían cola para votar ante las sedes electorales se ha transformado en escenas de alta tensión poco después de las nueve de la mañana, hora prevista para el inicio de las votaciones.
La Policía Nacional y la Guardia Civil ha irrumpido en varios colegios electorales de todo el país para requisar las urnas, desalojando a las personas que protegían la entrada de los centros electorales, en algunos casos utilizando la fuerza. Enric Millo, delegado del Gobierno en Catalunya, ha justificado las cargas policiales en rueda de prensa: “El Govern de la Generalitat nos ha hecho llegar a donde no queríamos llegar”.
Por su parte, el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, acusó al Gobierno central de recurrir a la fuerza y calificó de «violencia injustificable» el uso policial de bastones y balas de goma.
Según la Conselleria de Salud de la Generalitat, un total de 465 heridos, dos de ellos hospitalizados graves, han sido el resultado de las cargas policiales afectuadas este domingo en varios centros de votación del referéndum.
El Gobierno ha acreditado 7.235 agentes electorales, entre responsables, coordinadores comarcales, locales y de distrito para “garantizar que todo funcione con normalidad”.
Por su parte, el Ministerio del Interior de España informó que nueve agentes de la Policía y dos guardias civiles resultaron heridos durante la jornada electoral.
DesdeLaPlaza/RT/LaVanguardia.