“No hay trabajo ni nada. No hay cómo vivir en Honduras. No hay dinero. No hay ayuda del gobierno. No hay nada”. Este es el testimonio de Jennifer Paola López, una de las hondureñas que viaja en la caravana de migrantes que va hacia Estados Unidos (EEUU) con la esperanza de tener una mejor vida.
Desde el pasado 13 de octubre salieron de la ciudad de San Pedro Sula (a 180 km al norte de Tegucigalpa), Honduras, tras una convocatoria publicada en redes sociales. En ese momento más de 4.000 hondureños se pusieron en camino a norteamérica y atravesaron Guatemala a pie, en vehículos o autobuses que le dan aventones. La ONU con datos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) estima que viajan a EEUU 7.233 migrantes y refugiados
La situación económica (altos costos de la canasta básica, electricidad y agua), la pobreza, la falta de empleo, la violencia que generan las pandillas y la incursión del narcotráfico presente en ese país, son las razones por la que estas personas decidieron emigrar de su patria.
Según la AFP y cifras del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), Honduras es considerado uno de los países más violentos del mundo con una tasa de homicidios de 43 por cada 100.000 habitantes, además el 68% de los nueve millones de residentes viven en condiciones de pobreza y un estudio realizado a finales de 2017 por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) indica que la tasa de desempleo abierto es del 6,7 %.
Los migrantes hondureños culpan al gobierno ilegítimo que dirige el derechista, Juan Orlando Hernández, de lo que está pasando en esa nación. Recordemos que a finales de 2017 ganó nuevamente la presidencia a pesar de que la reelección está prohibida por la Constitución de ese país, por lo que sobre él recaen sospechas de fraude electoral. Además es acosado por la corrupción y el narcotráfico.
Sobre la caravana de migrantes el mandatario indicó que esta problemática va mucho más allá de un tema migratorio: «Muchas personas por fines políticos o por los que se pretendan que están aprovechando para violentar las fronteras, la buena fe de los Estados y por supuesto poner en riesgo lo más importante, a las personas. Quiero lamentar profundamente el abuso de la necesidad de las personas. Yo considero que todo tiene un límite y no es posible que por razones políticas se utilice la desgracia del ser humano para sacarle provecho. Creo que hay otras formas de hacer la política».
Reconoció que existen necesidades y mucho trabajo por delante para lograr que los hondureños tengan una oportunidad en sus comunidades y desarrollar «todos su potencial».
Trump suspende ayuda financiera
El presidente de EEUU, Donald Trump, al enterarse de que la caravana de migrantes se dirigía a su país amenazó a Guatemala, Honduras y El Salvador de quitarles la ayuda financiera si no contenían la migración ilegal y este lunes anunció que comenzará a recortar o reducir sustancialmente la ayuda que Washington aporta a estas naciones.
«Guatemala, Honduras y El Salvador no pudieron hacer el trabajo de impedir que las personas salgan de su país y vengan ilegalmente a los Estados Unidos. Ahora comenzaremos a reducir, o reducir sustancialmente, la ayuda externa masiva que se les da habitualmente», expresó Trump en su cuenta de Twitter.
Por otra parte, el mandatario catalogó de ineficaces al Gobierno de México por no detener el paso de los migrantes que calificó de «criminales», a pesar de que los elogió el viernes porque las fuerzas policiales lanzaron gases lacrimógenos y utilizaron escudos antimotines para frenar el paso de los centroamericanos a su país (algo que no fue bien visto por los mexicanos).
«Lamentablemente, parece que la policía y los militares de México no pueden detener a la Caravana en dirección a la frontera sur de los Estados Unidos. Criminales y desconocidos de Oriente Medio están mezclados. He alertado a la Patrulla Fronteriza y al Ejército de que se trata de una Emergencia Nacional. Debe cambiar las leyes!», dijo.
“No somos criminales, Donald Trump. No somos terroristas”, aseguró el hondureño y portavoz de la caravana Denys Omar Contreras. “Las únicas armas que traemos son las ganas de salir adelante y de proteger nuestras vidas”, agregó.
Debido a la presión de EEUU, Enrique Peña Nieto anunció que los migrantes deben contar con un visado proporcionado por México para poder acceder a su territorio. Mientras que el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, prometió que se entregarán visas de trabajo a los centroamericanos que deseen permanecer en el país.
«Toda persona que deseara ingresar a territorio nacional podría hacerlo siempre y cuando contara con documentos de viaje y una visa concedida por México», indicó.
Trump planteó el pasado domingo que los hondureños deben primero solicitar asilo en México, y si no lo hacen Estados Unidos los rechazará.
Más de 3.000 hondureños retornaron al país
«Es mejor regresarse, está muy duro, hay mucho desorden», dijo a la AFP Byron Rivera, de 25 años. 3.400 de los migrantes que partieron en la caravana hacia Estados Unidos retornaron a Honduras al serles impedido el paso a la frontera mexicana, así informó el presidente de ese país, Juan Orlando Hernández.
El plan retorno seguro, que ejecutan el mandatario de Guatemala, Jimmy Morales y Hernández, ha permitido que los hondureños regresen a su patria en buses que ha prestado el país centroamericano y en los próximos días esperan que 486 personas más estén de camino a casa.
Según este plan la movilización se dividirá en personas que deben ser trasladadas inmediatamente vía aérea y las que posteriormente llegarán vía terrestre.
A pesar que muchos están de regreso, al menos 5.000 migrantes de Honduras, Guatemala y El Salvador han ingresado a México y alrededor de 1.200 hondureños han solicitado refugio, aseguró el secretario de Gobernación de México, Alfonso Navarrete Prida, para seguir su paso hacia Estados Unidos.
«Mi mensaje para el presidente de Estados Unidos es que se ponga su mano en su corazón y que nos ayude. Sabemos que aquel país no es nuestro, pero en nombre de todos los hondureños que vamos aquí yo le pido al presidente Trump que nos apoye«, esto es lo que quiere Doris Canales (54 años) y el resto de los que conforman la caravana de migrantes.
DesdeLaPlaza.com/Agencias/KM