No cabe duda que el movimiento cristiano evangélico ha tenido mucha influencia en la política latinoamericana. Pero, ¿han existido candidatos presidenciales evangélicos?
¡Pues sí! Podríamos pensar que dicho auge corresponde a una cierta crisis moral de la política, que ha generado que la sociedad confié en la religión como una manera de romper con lo malo y que se imponga lo bueno.
Un ejemplo de esto, pudiera ser, la candidatura del líder de la iglesia Maranatha, el pastor Javier Bertucci, en las venideras elecciones presidenciales que se realizarán en Venezuela el próximo 22 de abril.
Pero revisemos que otros políticos con influencia en estos movimientos religiosos han sido candidatos presidenciales evangélicos en algunos países de Latinoamérica y hasta uno de ellos logro la presidencia.
Jimmy Morales (Guatemala)
Ganó la presidencia de la República de Guatemala en el año 2015 para el período 2016-2020. Alcanzó la primera magistratura de la nación centroamericana con un 67,43 por ciento de apoyo electoral (2.749.634 votos). Es un fiel cristiano evangélico.
Fabricio Alvarado (Costa Rica)
Este predicador evangélico y candidato del partido conservador ‘Restauración Nacional’, obtuvo la mejor votación en las elecciones presidenciales celebradas el domingo 4 de febrero de este año en Costa Rica. Con más de un 24 por ciento de los votos, se ubica en primera posición de salida para la segunda vuelta de los comicios, que tendrá lugar el 1 de abril.
Marina Silva (Brasil)
Miembro de la iglesia Asamblea de Dios y del Partido Ecologista, fue la tercera más votada en las presidenciales de 2014, mismo año en el que los evangélicos alcanzaron 75 diputados, superando a los Partido de los Trabajadores (64).
Viviane Morales (Colombia)
Abogada y política colombiana. Ha sido representante a la cámara, y Fiscal General de la Nación, siendo la primera mujer en ocupar este cargo. Es la primera evangélica en tener alguna posibilidad real de llegar a la presidencia en las elecciones de mayo 2018.
En otros ámbitos de la política
No solo el movimiento evangélico ha querido hacerse con el poder desde las primeras magistraturas de las naciones suramericanas, también han logrado hacerse con otros espacios políticos.
Un ejemplo fue el exdiputado brasileño, Eduardo Cunha y líder de la cámara que impulsó el proceso de impeachment contra la presidenta constitucional Dilma Rousseff y que luego fue destituido por sus vínculos con la red de corrupción de Petrobras. La bancada evangélica fue clave en pro del juicio político, votaron por «la grave crisis moral que atravesaba Brasil».
En Perú, la influencia en el Parlamento de los grupos pentecostales se evidenció en su primera votación en bloque a favor de la censura del entonces ministro de Educación, Jaime Saavedra, por lo que ellos consideran “ideología de género” (diciembre, 2016).
En Chile, durante la primera gestión de la presidenta Michelle Bachelet, se decretó como feriado legal el 31 de octubre en celebración del Día Nacional de las Iglesias Evangélicas.
DesdeLaPlaza.com/Agencias/Rubén Scorche