Los partidarios del «sí» y del «no» en el plebiscito sobre el acuerdo de paz firmado entre el Gobierno y la guerrilla de las FARC apuraron este viernes sus campañas buscando más apoyos de cara a la crucial votación del próximo domingo en Colombia.
El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, promovió el plebiscito, según ha dicho en varias oportunidades, para cumplir con su compromiso de que sean los colombianos los que tengan «la última palabra».
La campaña concluye de manera oficial mañana a medianoche, apenas unas horas antes de que se abran los centros de votación.
Uno de los actos más coloridos y emotivos lo protagonizaron este viernes un grupo de estudiantes de once universidades públicas y privadas, que reiteraron el papel de la juventud en la construcción de un país diferente y ratificaron su apoyo al «sí» en el plebiscito.
Uno de los asistentes, Óscar Amariz, estudiante de Ciencias Políticas de la Universidad Javeriana, llamó a que se vote en la jornada para vencer el abstencionismo que caracteriza las jornadas electorales de Colombia.
«La abstención es respetable pero no la comparto, si nosotros no participamos vamos a seguir teniendo las mismas personas de siempre en el poder, vamos a seguir teniendo los eventos políticos, las mismas actitudes de todos. Participar es una forma de cambiar, de construir, de dar la opinión de uno».
Por su lado, el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, abogó por la unión del país al señalar que «este próximo domingo, una vez nos pronunciemos, debemos también unirnos, todos los colombianos, todos los colombianos debemos reconciliarnos. Los que votaron por el ‘sí’ y los que votaron por el ‘no'».
Asimismo, hizo un llamamiento a acatar los resultados del plebiscito: «El domingo, cuando nos pronunciemos, cuando la democracia se pronuncie y tome una decisión, debemos todos acatarla y seguir trabajando por el progreso de nuestra gran Patria, de nuestra gran Nación», indicó.
Entre tanto, los grupos que promueven el «no», también hicieron en las últimas horas varios actos en el país, en los que reiteraron que ellos también «quieren la paz» pero «no a cualquier precio».
El principal líder del apoyo al «no», el expresidente Álvaro Uribe (2002-2010), y su más reciente apoyo, el exprocurador Alejandro Ordóñez, reiteraron que aprobar el acuerdo daría «total impunidad» a las FARC, al tiempo que alegaron «falta de garantías» por parte del Gobierno en la campaña.
El plebiscito fue avalado por la Corte Constitucional el pasado 18 de julio. Para que el acuerdo sea aprobado en la consulta del domingo se requiere que la opción del «sí» obtenga al menos el 13 % del censo electoral, lo que significa que necesitará como mínimo 4.536.992 votos.
Como ya es habitual en estos casos, el debate se trasladó a las redes sociales y en Twitter se posicionaron varias etiquetas entre las más leídas como «#ColombiaAbrazaElSi», «#ElCaribeDiceSi» o «#DeCorazónVotoNO».
Mientras las campañas daban sus últimos hervores, las FARC pidieron perdón por la matanza de 35 personas ocurrida en «La Chinita», un humilde sector del barrio Obrero de Apartadó, en el departamento de Antioquia (noroeste), en 23 de enero de 1994.
En un acto celebrado en el colegio San Pedro Claver de Apartadó, el jefe negociador de las FARC en los diálogos de paz, Luciano Marín, alias «Iván Márquez», señaló que «los muertos de La Chinita son también nuestro muertos porque así lo sabemos, lo sentimos de corazón».
En prevención de cualquier alteración del orden público el Gobierno destinó más de 300.000 policías y militares para garantizar la seguridad del país el domingo, día de las votaciones que cubrirán todos los puestos y mesas de votación.
Todo hace suponer que las votaciones del domingo serán una de las más pacíficas porque en el escenario ya no estarán presentes las FARC y porque la otra guerrilla, el Ejército de Liberación Nacional (ELN), la segunda del país, anunció un cese de acciones ofensivas para facilitar la participación en el plebiscito.
Este será el segundo plebiscito en la historia de Colombia, el primero se realizó en 1957 para consultar acerca de una reforma de la Constitución de 1886.
DesdeLaPlaza/EFE