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Burocracia y falta de divisas afectan a importadoras agrícolas del país

El difícil acceso a las divisas, sumado a la dificultad para obtener permiso para la importación por parte del Instituto Nacional de Salud Agrícola Integral (Insai) son los dos principales factores que actualmente afectan la importación de semillas,  productos agroquímicos y fertilizantes del país; lo que podría llegar a mermar la distribución y aumentar los precios de los vegetales y hortalizas que consumen los venezolanos.

Así lo aseguró la ingeniera agrónomo y presidenta de una pequeña importadora –quien prefirió resguardar su identidad- en referencia a los obstáculos, que según denuncia, aqueja a este importante sector del país, complicando la adquisición de la materia prima y de tratamiento para los sembradíos.

Al parecer, la irregularidad inició a principios de año con las dificultades de adquirir los permisos de importación, que son otorgados por el Insai y el Ministerio del Poder Popular para la Alimentación, que anteriormente se hacían mediante una taquilla única, con un tiempo de respuesta de tres a cuatro semanas.

Ahora, aunque el proceso es el mismo, la respuesta no es ofrecida con regularidad y cuando estos son negados, se argumenta -sin soporte tangible- que los costos de importación “son demasiado altos” por lo que no se puede conceder el permiso.

“Recordemos que el permiso se solicita con una proforma que indica el número de dólares por productos que se van a traer. Y mientras más divisas requieras, menos posibilidades tienes de obtener el permiso”, denunció.

En este sentido, la ingeniera destacó que esto se debe a la dificultad de acceder a los dólares, que es el otro factor determinante para la importación.

“Nosotros contamos con el dólar preferencial a Bs. 6.30, pero del Centro Nacional de Comercio Exterior (Cencoex) no libera los dólares desde mayo. Así que si no tenemos efectivo para a nuestros distribuidores, no tendremos semillas y dentro de algunos meses no habrá que comprar en los mercados».

Consecuencias

Debido a esta situación, algunos agricultores se han visto en la necesidad de disminuir su producción. “Por ejemplo, un productor de cebollas que ante sembraba 600 hectáreas, en este momento sólo está trabajando en 200”.

Otros, para evitar la disminución de su producción, acumulan inventario de productos agroquímicos para garantizar su ciclo de siembra, pero estos son métodos que requieren gran cantidad de dinero con el que sólo cuentan algunos productores.

“Es una realidad alarmante y el ciudadano de a pie pronto será consiente de esto, posiblemente en el mes de diciembre, cuando la demanda de hortalizas sea mayor habrá poca oferta y los precios estarán elevadísimos”, previó la especialista.

Llamado al Gobierno

Finalmente, la especialista hizo un llamado a las autoridades encargadas en facilitar la importación para que “tomen cartas en el asunto” para evitar la escasez o el irremediable aumento de precios.

“Aunque Cencoex liberara los dólares mañana y pagara los compromisos con las transnacionales, la situación de suministro se regularizaría en el término de los próximos tres meses y no de forma inmediata. Así que igualmente los efectos de la escasez se notaría en los mercados (…) Es difícil, pero hay que buscar soluciones  para que situación no se agrave», concluyó.

Desde La Plaza /ABD

 

 

 

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