Seis miembros del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) fueron asesinados este jueves en Afganistán, mientras repartían ayuda humanitaria en la zona norte de esa nación.
El suceso es considerado, como la peor tragedia que le ha ocurrido a la CICR en 20 años, en ese país.
Según información divulgada por varios medios internacionales, dos trabajadores del comité permanecen desaparecidos.
Voceros policiales confirmaron que los fallecidos son de nacionalidad afgana, al tiempo que señalaron que los cadáveres ya fueron recuperados.
“Los insurgentes interceptaron los convoyes y dispararon a los empleados de CICR, incluidos los tres conductores”, dijo la fuente.
Por su parte representantes de la Cruz Roja acotaron que el equipo atacado estaba compuesto por tres conductores y cinco trabajadores, que se dirigían a un área del sur de la ciudad de Shibergan, en la provincia de Jawzan, para entregar pienso para el ganado, unos víveres “muy necesitados” por la población local.
El hecho ocurre casi un mes después de la liberación de un integrante de la CICR de nacionalidad española, que permaneció secuestrado durante cuatro semanas y que formaba parte de un grupo de sus voluntarios, que fueron interceptados mientras llevaban pienso para animales en la provincia norteña de Jawzjan, una zona controlada por insurgentes y delincuentes en la que, según informó la Policía, sólo se adentra esta organización humanitaria.
DesdeLaPlaza.com/Agencias/RAL