Para el jefe de Jefe del Departamento de Criminología de la Escuela de Derecho de la UCV, Andrés Antillano, existen cuatro vertientes que han mantenido e incluso incrementado la explosiva violencia y criminalidad que vive el país, así lo señaló en una entrevista para el portal Contrapunto.
Según el psicólogo social, es la mala implementación las políticas de seguridad, la nueva represión policial, la “criminalización de los pobres”, así como la recesión económica, las principales causas de esta situación, que pone a Venezuela “a las puertas de una guerra de consecuencias impredecibles”, haciendo énfasis en que “el aumento de la represión es una chispa eficaz para los estallidos sociales”.
En este sentido, dijo que en la actualidad estamos experimentando una “transformación del equilibrio entre policía y delincuencia en la que la policía tenía una suerte de división del trabajo en la que se establecían unos tipos de pactos informales con la criminalidad”, lo que ha desencadenado el enfrentamiento abierto entre delincuentes y uniformados, y ha llevado a las fuerzas criminales a “reorganizarse”.
Políticas erradas
Altillano señaló como poco fructíferos planes que se han implementado en un intento de disminuir los índices de criminalidad y han dejados poco o nulos resultados, como el plan desarme y la creación de la Policía Nacional Bolivariana (PNB).
“El proyecto (de la creación de la PNB) en 2006, no se reducía a crear una nueva policía, esa fue la gran discusión. Crearla, solamente, significaba crear un nuevo problema y dejar en pie los otros, que eran las restantes policías (…) no se avanzó hacia la creación de un sistema que garantizara la protección de la gente. La creación de la PNB no era una política de seguridad en sí misma. También se perdió la idea del desarme”, recordó.
Por el contrario, aseguro que las armas usadas por los delincuentes son provistas principalmente por policías, “son los mismos cuerpos policiales los que alimentan muchas veces a estos grupos criminales, en armas y en municiones”.
Migración de culpables
En otro orden de ideas,Antillano dijo que hay que poner especial atención a los cambios de los discursos políticos, que han generado una migración de culpables, recayendo en gran medida sobre los sectores menos favorecidos de la población y que pone a estos sectores de la sociedad en una situación de vulnerabilidad.
“El responsable de la Guerra Económica ya no es el capital y mucho menos las redes de corrupción, la policía, el ejército que instrumentaliza el contrabando de extracción, sino algunos sectores del pueblo. Esto, sin duda, habla de un grado de descomposición, habla de un grado de anomia, es muy curioso el desplazamiento y la búsqueda de un nuevo enemigo: facciones de los pobres, bien sea como bachaqueros o como paramilitares”, apuntó.
¿Soluciones?
El especialista propone que la principal vía de solución a estos problemas es, sin lugar a dudas, insistir en la inclusión de los sectores relegados.
“Universalizar el sistema de protección. Y políticas focalizadas a aquellos sectores que no han sido tocados (…) Los nuevos excluidos, los jóvenes que no consiguen trabajo, los excluidos del sistema educativo, no han sido incorporados, no han sido atendidos por esas políticas. Así que hay que pensar en políticas sociales universales y en políticas sociales focalizadas”, dijo.
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