Cuarenta y tres reservistas -entre ellos diez oficiales- de la principal unidad de la inteligencia militar israelí han expresado su rechazo a servir en el Ejército.
En una carta enviada al primer ministro, Benjamin Netanyahu, al jefe de las Fuerzas Armadas, Benny Gantz y a los medios de comunicación, anuncian que si son llamados a filas no acudirán a la unidad 8200. Denuncian que ésta «permite la intromisión en la vida de los palestinos y seguir su control. Nosotros, reservistas en la actualidad y en el pasado de la unidad 8200, declaramos que rechazamos formar parte de acciones contra los palestinos y seguir siendo instrumento que profundiza el poder militar en los territorios ocupados».
Se trata de una de las unidades más importantes, tecnológicas y selectas del ejército israelí. Su función es realizar escuchas y captar todo tipo de comunicaciones en países árabes, Irán, Cisjordania y Gaza.
Israel considera vital la información que proporciona en tiempo real para la lucha antiterrorista así como el suministro de datos para conocer con profundidad lo que sucede en los países de la zona. Ya sea lo que planea el dirigente, lo que desea un general o lo que piensa hacer un destacado manifestante contra un régimen árabe.
Entrevistado por el diario israelí ‘Yediot Ajaronot’, el oficial de mayor rango de los 43 (prefiere no dar su apellido) aclara que se opone a la acción de 8200 en los territorios palestinos pero no en otras franjas territoriales.
«Como sabemos que el rechazo a servir en el Ejército es un paso muy radical en la sociedad israelí quisimos dejar claro que lo hacemos porque no podemos ser desde el punto de vista ético un instrumento para profundizar el régimen militar en los territorios palestinos», añade reconociendo que «algunos aprovecharán la carta para llamarnos traidores como hacen con todos los que se salen del consenso».
Desde la Plaza/El Mundo/AMH