En el sitio del Estado Islámico (EI) usted puede ver un reporte del castigo que inflige a Kobane, defendida mayormente por las Unidades kurdas de Protección del Pueblo (YPG). Para ellos, la propaganda también es munición para desmoralizar al enemigo. Por eso los yihadistas han enviado a la ciudad siria fronteriza con Turquía al periodista británico secuestrado John Cantlie.
Cantlie, de 43 años, es uno de los cerca de veinte capturados que, se cree, siguen en manos del EI en Siria. El reportero, con 20 años de experiencia en conflictos, se ha convertido en imagen pública de los yihadistas desde que, hace mes y medio, empezaron a usarlo de presentador en sus vídeos propagandísticos.
La primera serie que grabó se titula «Lend me your ears» (Présteme sus oídos). En ella el informador, que aparece en mono naranja -en ingrato recuerdo de Guantánamo– en una habitación oscura, se dedica a contar ante cámara, en inglés, las bonanzas del EI. Ya ha aparecido de esta manera en cinco episodios.
Esta vez, el EI ha ido más allá y lo ha introducido en la asediada Kobane, a la que llama Ain al Islam (Fuente del islam). Mostrando referencias locativas, los radicales pretenden convencer al espectador, colocando a Cantie en plena calle, de que, contradiciendo la información de agencias internacionales, la batalla de Kobane «ha llegado a su fin».
Desde La Plaza/El Mundo.es-Reuters/AMH