La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, reelegida para un segundo mandato de cuatro años, instó al país a la «unidad» después de confirmar su victoria por un ajustado margen de unos tres puntos frente al socialdemócrata Aécio Neves.
«Insto sin excepción a todas las brasileñas y a todos los brasileños a unirnos por el futuro de nuestra patria y de nuestro pueblo», declaró Rousseff, quien con el 99,9% del censo escrutado tenía un 51,63% de los votos frente al 48,37% de Neves, quien poco antes había reconocido la derrota. «No creo sinceramente, del fondo de mi corazón, que estas elecciones hayan dividido el país«, afirmó Rousseff en un hotel de Brasilia, arropada por su antecesor y mentor político, Luiz Inácio Lula da Silva, y cientos de militantes y miembros de la dirección nacional del Partido de los Trabajadores (PT).
«Entiendo sí que estas elecciones movilizaron ideas y emociones a veces contradictorias, pero movidas por un sentimiento común: la búsqueda de un futuro mejor para el país», apuntó. Rousseff también tendió una primera invitación al diálogo a la oposición y manifestó su «esperanza» en que «la energía» que todos los brasileños invirtieron en este proceso sea «un buen terreno para la construcción de puentes». En ese marco, dijo que su primer llamamiento a los brasileños es «a la unión, a la apertura y a diálogo», para que «el calor liberado al fragor de la disputa puede ser transformado en energía positiva para un nuevo momento de Brasil«.
Rousseff aseguró que «la palabra más pronunciada en esta campaña fue cambio» y que «el tema más invocado fue reforma», dos puntos que, aseguró, marcarán el rumbo del segundo mandato que asumirá el 1 de enero de 2015. En ese sentido, garantizó que «la primera y más importante de las reformas» que promoverá será la política, que servirá para mejorar el combate a la corrupción y a la impunidad.
Desde la Plaza/teleSur/AMH