Existe mucha especulación cuando se habla sobre la conquista espacial y los primeros seres vivos en poblar nuevos planetas, pero ¿y si el primero de los colonos interplanetarias de la Tierra no es humano? Esta posibilidad se plantea un investigador estadounidense, quien propone que los vegetales no sólo se convertirán en los primeros pobladores permanentes de otros mundos, sino que serán la vía de entrada y subsistencia para el ser humano. Por supuesto, los primeros exploradores serán humanos, pero establecerse en otro planeta implica una estancia a largo plazo.
Por lo tanto, si se planea enviar, por ejemplo, a 20 seres humanos para establecer una colonia en Marte, vamos a tener que enviarse junto con ellos una nave con, literalmente, toneladas de alimentos o equipada con granjas y jardines increíblemente eficientes. Sin embargo, también hay otra opción que a menudo se desestima por considerarse imposible, a pesar de la casi total falta de datos concretos sobre el tema: tal vez podríamos terraformar. En este caso, la siembra de cultivos en el suelo del Planeta Rojo podría hacer que la comida, la bebida, e incluso el oxígeno no sea un problema para cualquier asentamiento humanos que llegue posteriormente, publicó el sitio web Geek.
El “astroecologista” Michael Mautner, de la Virginia Commonwealth University, quiere evaluar hasta qué punto esa idea es factible en realidad, tratando de hacer crecer de todo, desde la levadura a las patatas en el suelo alienígena simulado.
Sin embargo, existe un “pequeño problema”: dado que la humanidad no ha encontrado en realidad ninguna biosfera extraterrestres todavía, el experto en biosferas extraterrestres y sus pocos colegas internacionales históricamente sólo han trabajado basados en predicciones y deducciones. Es así que todos estos años de pensamiento llevaron a Mautner a abordar uno de los mayores problemas con el cultivo de plantas en el cuarto planeta del Sistema Solar: el suelo de Marte carece prácticamente todo lo que una planta necesita para crecer.
Mautner afirma que los “asteroides carbonosos pueden proporcionar recursos accesibles in situ ya que contienen carbono orgánico complejo, nutrientes minerales para las plantas y agua extraíble”. De esta manera, el especialista estudió qué cultivos funcionan mejor cuando son plantados en tierra de asteroides, con diferentes resultados dependiendo del tipo de planta, así como de los componentes encontrados en diferentes tipos de meteorito. Así, el espárrago alienígena es uno de los frutos de los esfuerzos del astroecologista.
Esto no significa que esta planta herbácea perenne pueda crecer en suelo de Marte o algo por el estilo, ya que sólo se han extraído sus propiedades, pero han crecido gracias elementos propios de la Tierra como el agua y el oxígeno. Finalmente, el objetivo del estudio sería lograr el desarrollo de plantas anaeróbicas. Por otra parte, en cuanto a estrategias de terraformación, una de ellas consistiría en trabajar en etapas, estableciendo primero un punto de apoyo con cualquier especie que, naturalmente, despeje el camino para un segundo organismo más especializado.
Así es muy seguro que el proceso se inicie con microorganismos como las cianobacterias, que podrían vivir una vida sencilla y enriquecer cualquier suelo que habiten y, después de esto, podrían empezar a introducirse algunos cultivos alimenticios como el maní. En cuanto a las posibilidades de transportación, una de las opciones consiste en colocar un asteroide en órbita alrededor de la Tierra, la Luna o Marte para su uso como una granja de satélite, mientras los cultivos se desarrollan esperando la llegada de los colonizadores a los nuevos mundos habitables.
Desde la Plaza/Sin Ambargo / AMH