Siria no sufre una guerra civil, sino más bien una agresión internacional. Éste podría ser el resultado más llamativo de un informe publicado recientemente por una compañía de inteligencia norteamericana con sede en Nueva York, el Sufan Group.
Esta institución señala que en Siria combaten ahora 12.000 terroristas extranjeros de 81 países, incluyendo 3.000 ciudadanos europeos y algunos centenares de estadounidenses.
El Sufan Group señala que estos datos reflejan un nivel de implicación extranjera sin precedentes en la historia de los conflictos armados de la era moderna.
El grupo terrorista Estado Islámico está ahora buscando reclutar a combatientes de países como Pakistán, Indonesia o Sri Lanka para su lucha en Siria e Iraq y ha traducido sus vídeos a los idiomas de esos países.
Aunque la mayoría de terroristas extranjeros que luchan dentro de Siria son todavía de países árabes, los gobiernos de la UE están inquietos por la amenaza que suponen los extremistas europeos para sus países cuando regresen a casa.
El miércoles, la canciller alemana, Angela Merkel, advirtió que al menos 400 alemanes están luchando junto a los militantes del EI en Siria e Iraq.
La ONU declaró también el pasado jueves que la violencia de los terroristas takfiris contra los civiles sirios ha adquirido “un nuevo nivel”.
Sin embargo, cabe recordar que el movimiento terrorista que asola Oriente Medio fue creado, entrenado, financiado y armado por los estados árabes del Golfo, Turquía y algunos países occidentales, como EEUU, Francia y otros, sin cuyo apoyo no hubiera podido ver la luz.
Desde la Plaza/Al Manar/AMH