En el mundo actual, el reciclaje y la reutilización de productos que representan una amenaza para el medio ambiente es vital su conservación, por lo que cada día son mayores los logros que se obtienen de la lucha por un planeta más verde.
Esta vez, un grupo de investigadores del Centro de Tecnología Sostenible de la Universidad de Illinois, Estados Unidos, desarrolló un combustible diesel a partir de bolsas de plástico recicladas. También fueron usados componentes de computadoras viejas y equipamiento de laboratorio desechados, que poseían composición basada en el petróleo.
Las conclusiones del experimento, publicadas en la revista “Fuel Processing Technology” revelan resultados satisfactorios a partir de la conocida técnica de la pirólisis -calentar las bolsas en una cámara sin oxígeno-, para lograr una degradación química del plástico, creando así un combustible líquido similar al gasoil.
Un uso práctico
El combustible obtenido se ha dividido en diferentes productos derivados del petróleo para facilitar su uso práctico. Según explica Brajendra Kumar Sharma, director del estudio, la mezcla de dos tipos distintos destilados equivale al diésel puro.
Se trata, en resumen, de conseguir combustibles a imagen y semejanza de los que se vienen utilizando actualmente para así darles salida directa al mercado, pudiendo incluso mezclarse con los convencionales. Pero, todavía están trabajando en esta posibilidad.
Aunque los resultados son fantásticos y el camino a seguir está muy claro, todavía se está intentando perfeccionar la eficiencia del proceso para que los precios sean competitivos, para así lograr ser comercializados.
Resultados
Por lo pronto, se ha obtenido 700 gramos de combustible líquido por cada kilogramo de plástico, una relación que hay que ajustar en función del costo del proceso, pues en lo que respecta a la limpieza ambiental ya se han conseguido los resultados esperados.
Los investigadores fueron capaces de combinar hasta un 30% de su gasolina derivada del plástico en el diésel normal, “y no se encontraron problemas de compatibilidad con el biodiésel”, apuntó Kumar Sharma.
Aun así, usar y tirar menos bolsas de plástico sigue siendo la opción más sostenible.
El proceso
Los químicos Achyut Kamar Panda y Raghubansh Kumar Singh desarrollaron una tecnología comercial viable para la transformación de LDPE (polietileno de baja densidad) utilizado en la fabricación de las bolsas y botellas de plástico en combustible.
Calientan la basura plástica entre los 400°C y 500°C utilizando caolín como catalizador. En este proceso las largas cadenas del polímero plástico se rompen en una fase conocida como “descomposición termocatalítica” y se forman grandes cantidades de moléculas ricas en carbono.
Usando la técnica analítica de cromatografía de gases, junto con el espectrómetro de masas, los expertos se dieron cuenta de que el resultado era fuel líquido, principalmente parafina y olefina de 10 y 16 átomos de carbono, muy similar al fuel convencional.
Desde La Plaza /Diario Ecología /ABD