Desde 1997, vigencia de la actual Ley del Libro en Venezuela, es mucho lo que se ha cambiado en esta área. El registro obligatorio en el IBSN, los nuevos soportes digitales, fomentar la lectura con mayor fuerza, la democratización del acceso al libro, el reimpulso de las bibliotecas públicas y la protección de los lectores y lectoras forman parte de los mayores retos que este nuevo instrumento jurídico tiene sobre el tapete.
La nueva Ley Orgánica de la Cultura, vigente desde el 2014, da plazo de un año para la creación de instrumentos de regulación en cuanto al sector de las letras. Para ello, ya comenzaron los debates con la instalación de la mesa de trabajo correspondiente que reúne a la Comisión Permanente de Recreación y Cultura de la Asamblea Nacional (AN), el Centro Nacional del Libro (CENAL) en representación del Ministerio del Poder Popular para la Cultura y la Cámara Venezolana del Libro (Cavelibro) en representación de las agrupaciones gremiales como la Cámara de Editores, la de Editores Alternativos y los profesionales de las artes gráficas. La próxima reunión de trabajo será este 15 de junio en las instalaciones del Cenal.
Al respecto, durante la FILVEN de este año, el ministro del Poder Popular para la Cultura, Reinaldo Iturriza, consideró que «hay que legislar para el débil jurídico, que en este caso es el lector; tenemos que garantizar al lector sus derechos culturales, pero también tenemos que crear las condiciones para que todos los autores puedan publicar».
Por esta razón, Iturriza enfatizó que «tenemos que garantizar que el público tenga cada vez mas acceso a bienes culturales diversos y de calidad; garantizar condiciones de producción y publicación de autores clásicos y también de los nuevos, tanto los que están a favor de la Revolución Bolivariana como los que están en contra, con todo su derecho de tener esa posición. Creo que eso es el ejercicio de la democracia».
Es mucho lo que se ha avanzado en la democratización del libro y el fomento de la lectura durante finales del siglo XX y lo que va del siglo XXI en Venezuela. Infinidad de ferias del libro, nacimiento de nuevas editoriales, concursos nacionales y regionales, campañas comunicacionales, apertura de nuevas librerías y reimpulso institucional de las bibliotecas públicas. Sin embargo, todavía queda largo camino por recorrer.
Iván Diéguez, Presidente de Cavelibro, indicó que esta nueva Ley del Libro no es una carrera contra el tiempo, sino que se trata de realizar un instrumento jurídico adaptado a nuestra realidad nacional. Por ello, Christhiane Valles, Presidenta del CENAL, informó que en la reunión del 15 de junio buscarán puntos de encuentro en cuanto a la definición metodológica para poder avanzar en la redacción del Proyecto de Ley, el cual será debatido con el pueblo legislador para su futura aprobación.
El debate conjunto de los sectores público y privado, Cavelibro y CENAL, es clave para alcanzar esta meta con éxito. Que hayan instalado la mesa de trabajo correspondiente es un gesto importante en cuando a las firmes intenciones de todos los involucrados en el sector de llegar a un consenso. Lo importante es que escritores, profesionales relacionados al libro y pueblo lector sean los verdaderos protagonistas y que este instrumento legal busque con transparencia el beneficio de todos ellos. Que no se pierda de vista que el derecho y el deber a la lectura y el libre acceso al libro como obra creativa y herramienta para la liberación sean las verdaderas motivaciones de este claro ejercicio de la democracia.
DesdeLaPlaza.com/Gipsy Gastello
@GipsyGastello