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Cumaná viajó en el tiempo con su tradicional «Fiestas de antaño»

Hombres y mujeres de la ciudad de Cumaná, en el estado Sucre, se vistieron con trajes de la época colonial para disfrutar de las Fiestas de Antaño, una expresión cultural que se realiza por dos días durante el mes de noviembre para rememorar las costumbres y tradiciones de años anteriores.
Esta fiesta tradicional, realizada desde hace más de dos décadas, convocó a gran parte del pueblo de Sucre en el Casco Histórico de Cumaná, lugar donde se acondicionaron los espacios con artículos personales, carros, música y vestimentas acorde a los siglos XVII, XVIII y XIX.
«Esta fiesta es un patrimonio para nosotros y en esta ocasión es más especial porque celebramos los 500 años de Cumaná. Nos vestimos así para recordar aquella ciudad heróica y cultural de años pasados, dice Johan Marcano, lugareño.
Lee más: Cumaná se tiñe de colores en sus 500 añosEn esta ocasión, un carro color negro marca Buick Eight del año 1948 adornaba la Plaza Bolívar –reinaugurada este mes— y se convirtió en el principal foco de atención de cumaneses y turistas de otros estados.»Siempre es importante recordar todas estas cosas que ahora fueron sustituidas por la modernidad y la tecnología. Las épocas de antaño eran las mejores de todas«, alega María Martínez, una abuela que disfrutó de las fiestas.Metros más adelante, cerca de la iglesia de Santa Ines, inaugurada entre 1862 y 1866, se encontraban un grupo de mujeres vestidas como Luisa Cáceres de Arismendi, Manuelita Sáenz, Negra Hipólita y Josefa Camejo. «Aquí en Cumaná nos tomamos esta fiesta en serio», decía una de ellas.

Las calles de la zona, abrigadas por las casas coloniales, tenían a gran parte de cultores y artesanos vendiendo productos fabricados por ellos mismos. Papelón con limón, tortas y algodón de azúcar eran los productos más comprados para consumir.

«La gente se ha lanzado a las calles de Cumaná para festejar sus 500 años, de verdad que estas fiestas han sobrepasado las expectativas en comparación con otros años«, alega Germán Tirado.

Para Luisa Figuera, abuela de 70 años, las fiestas de antaño representan el principio de lo que es en la actualidad la ciudad de Cumaná.

«Recordar estas tradiciones permiten rendirle tributo a nuestros antepasados, a los que lucharon por nosotros y formaron el presente. Rememorar la cultura y los modos de vida de los años anteriores será siempre agradable», señala Figuera.

Algunos niños y jóvenes se vistieron con trajes indígenas y con ropa de colonizadores europeos, en representación de la llegada de Cristobal Colón a tierras venezolanas a finales del año 1400.

Además de recorrer las calles del casco histórico, los visitantes de las fiestas de antaños pasearon por la casa natal del poeta Andrés Eloy Blanco, situada frente a la Plaza Bolívar, y visitaron el Castillo San Antonio de la Eminencia, construido en el siglo XVII.

DesdeLaPlaza.com /AVN /ABD
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