El deportista paralímpico Oscar Pistorius, al que la Corte Suprema de Apelaciones de la República de Sudáfrica declaró culpable de asesinato tras quitarle la vida a su novia Reeva Steenkamp, permanecerá en libertad bajo fianza antes de dictar la sentencia del caso donde este es penado en con 15 años de prisión.
Esta mañana el Tribunal Superior de Pretoria decidió que el deportista permanezca en libertad bajo arresto domiciliario y fianza de 10.000 rands (unos 640 euros). Se dictaminó deberá estar controlado bajo el sistema de vigilancia electrónica.
Pistorius estará autorizado a desplazarse en un radio de 20 kilómetros en torno a la casa de su tío en Waterkloof, en Pretoria, donde también vivió bajo supervisión cuando cumplía la condena inicial, que era por homicidio y no por asesinato. (La primera es por quitarle la vida a un ser humano sin alevosía, ensañamiento o por dinero siendo estas características del asesinato).
El exatleta estará autorizado a salir de la vivienda entre las 7.00 horas y el mediodía y necesitará permiso de las autoridades si quiere salir de la casa fuera de ese horario. «El caso se pospone hasta el 18 de abril», ha afirmado el juez Ledwaba.
El medallista de oro paralímpico tenía la intención de cumplir el resto de su condena inicia de cinco años en arresto domiciliario después de ser liberado de la cárcel el 19 de octubre. La nueva sentencia se dictará en una fecha que aún se desconoce.
Pistorius disparó en cuatro ocasiones contra Steenkamp en febrero de 2013, según su defensa, tras confundirla con un intruso. El tiroteo tuvo lugar con una puerta de baño de por medio, lo que supuestamente le impedía ver quién estaba al otro lado.
El Tribunal Supremo revisó el caso y concluyó que, en la primera condena, la corte no tuvo en cuenta que Pistorius debía haber conocido el posible resultado de sus acciones. Por este motivo, dio la razón a la Fiscalía y consideró que el delito que corresponde en este caso no es el de homicidio sino el de asesinato.
«No tengo ninguna duda de que, al realizar los disparos, el acusado previó que quien estuviese detrás de la puerta podría morir», aseguró en su fallo el juez Eric Leach, según medios locales. Leach definió como un «error fundamental» la consideración de estos hechos como homicidio.
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