Diez meses después de decir «soy un pivote de la NBA de 34 años. Soy negro. Y soy gay», Jason Collins se ha convertido en el primer jugador declarado públicamente homosexual en jugar un partido en la NBA.
Collins, que llevaba ocho meses sin jugar tras su “salida del armario”, volvió este domingo al tabloncillo y tras ser fichado por los Nets en un contrato por 10 días.
0 de 1 en tiros de campo, 2 rebotes, 1 robo, 2 pérdidas y 5 faltas personales fueron los números de Collins en el triunfo 102-108 de sus Nets ante los Lakers de Pau Gasol.
“Es algo histórico. Nosotros sólo nos dedicamos a jugar, pero su caso es extraordinario. Se ha convertido en un ícono y eso conlleva cierta responsabilidad, pero creo que le parece bien”, declaró Pau Gasol al finalizar el partido.
“Estoy contento de que haya tenido la oportunidad de jugar y que le hayan dado un contrato, porque se le ve que está en buena forma y puede ayudar a Brooklyn”, indicó el NBA.
“Su situación es especial porque es el primer atleta de la NBA que se ha declarado homosexual, así que felicitarle por su coraje y por su valentía. Al final, todos jugamos a este deporte y nos respetamos”, comentó el pivote californiano, quien deseó que Collins consiga un nuevo contrato de 10 días y que concluya la temporada con los Nets.
Deron Williams, compañero de Collins, quiso normalizar la situación e indicó que lo ocurrido sobre la pista del Staples Center se limitaba a una decisión deportiva: “Se trata de un jugador de baloncesto que viene a nuestro equipo para ayudarnos a ganar. Es un gran momento para él y estoy feliz por él. Ha estado mucho tiempo esperando un trabajo”.
“La presión fue jugar esta noche un partido de la NBA. La última vez que lo hice fue el pasado abril, así que creo que tuve suficiente presión”, comentó Collins al concluir el partido. “No estoy cansado y creo que necesitaré varios entrenamientos más para ponerme en mejor forma”.
Desde La Plaza/ Marca/ AG