«Descansa en paz Rubin, tu combate terminó, pero no será olvidado», publicó en su sitio web la Asociación de Defensa de las Víctimas de Errores Judiciales (AIDWYC, en inglés), de la que «Huracán» Carter fue el director ejecutivo de 1993 a 2005.
Carter, que vivía en Canadá y daba charlas de superación y motivación, falleció por un cáncer de próstata, de acuerdo con los medios internacionales.
Huracán Carter, como se le conocía en el mundo del boxeo, fue famoso por su gancho izquierdo, que le hizo campeón del peso medio en 1964
En junio de 1966, Carter fue detenido y acusado de un triple homicidio ocurrido en el Lafayette Bar and Grill. Pese a negar su culpabilidad, el boxeador fue condenado dos veces (en 1967 y 1976) en juicios llenos de irregularidades, por el asesinato de tres blancos en el mencionado bar de Nueva Jersey.
Un jurado constituido exclusivamente por blancos pronunció la sentencia, impuesta también a su co-acusado negro, John Artis.
Artis lo acompañó en sus últimas horas de vida y posteriormente dijo a medios estadounidenses y canadienses que el exboxeador, que sufría de cáncer de próstata, murió a los 76 años en su casa de Toronto.
Carter fue liberado de la cárcel en 1985, después de más de 19 años de prisión, cuando un juez federal anuló la segunda condena que consideró viciada de racismo. Su arresto acabó con su carrera de boxeador.
Tras leer su autobiografía publicada mientras aún estaba en prisión, Bob Dylan escribió en 1975 la canción «Hurricane» (huracán) como una medida de protesta sobre la vida de Carter, que se convirtió en un símbolo de la injusticia.
La experiencia de Carter también inspiró al director Norman Jewison, cuya película «Hurricane Carter» le valió a Denzel Washington el Globo de Oro al Mejor Actor y una nominación a los Óscar.
Carter dedicó la última parte de su vida a la defensa de las personas encarceladas injustamente.
Desde La Plaza/ Agencias/YIB
«Ahora estoy literalmente en mi lecho de muerte y estoy pidiendo mi último deseo a los que tienen la autoridad legal para actuar», dijo.
«Mi único dolor en la vida es que David McCallum de Brooklyn… sigue en la cárcel», dijo, antes de abogar por la liberación del hombre.
Carter, cuya educación formal llegó hasta octavo grado, tuvo una infancia salpicada de incidentes rebeldes antes de alistarse en el ejército, donde tuvo su primer contacto con el boxeo, según The New York Times.
Con una baja honorable, volvió a su casa y se vio envuelto en pequeños delitos antes de convertirse en una estrella del ring, dijo el diario.