María Gabriela García Catarí nació el 14 de octubre de 1999 en Caracas y a los 6 años comenzó a jugar fútbol en el colegio de La Salle de “Las Colinas”. Ella es conocida como “Mary Gaby” y juega en la posición de volante en la selección nacional de fútbol Sub-17 con el número 8. Jugó todos los partidos en el Suramericano Sub-17 que se disputó en Barquisimeto donde se alzaron con el título, y por supuesto con la clasificación al mundial de la categoría que será en Jordania en el mes de septiembre.
Se puede decir que María Gabriela tiene 10 años jugando fútbol, pero, ¿cómo fueron sus inicios? En exclusiva para Desdelaplaza.com, esta jovencita quien está llena de sueños y cerca del título de bachiller, nos comentó que dejó a un lado el ballet y la gimnasia, y el destino la llevó a tener contacto con un balón de fútbol. Tomás Rincón es su jugador favorito y es aficionada del equipo Caracas Fútbol Club y del Real Madrid.
“Los días miércoles no tenía actividad y entonces entraba a la cancha (del colegio La Salle) a jugar con los muchachos; también con mis primos y mi hermano. Después mi mamá me retiró de esas actividades y me inscribió en el fútbol formalmente”, dijo.
Mary Gaby jugaba fútbol en el colegio con varones porque no había un equipo femenino. Cuando fue creciendo jugó fútbol sala con el equipo “Real Caracas Sport Club” donde desarrolló gran parte de sus habilidades, luego a los 12 años de edad entró a jugar con el “Caracas Fútbol Club”.
“Los varones me respetaron mucho y por mi talento me fui ganando ese respeto. Hoy día son mis amigos y les agradezco porque el fútbol masculino tiene mucho fogueo para lo que es ahorita el fútbol femenino”, explicó.
Una vez inscrita en el “Caracas Fútbol Club” a los pocos meses recibió una invitación para participar con la selección. El profesor Kenneth Zseremeta ya la había visto jugar y decidió convocarla para que formara parte del equipo de Venezuela que participó en el Suramericano Sub-17 en Paraguay en 2013; en ese momento María Gabriela tenía 13 años pero no tuvo minutos de juego. Venezuela se quedó con el título.
María tiene en su currículum dos Suramericanos, dos títulos Sub-17 y sumará dos mundiales cuando participe con la “Vinotinto” en Jordania. Con tan sólo 16 años ya es una heroína -junto a las otras chicas- en el fútbol venezolano. “El fútbol femenino puede avanzar con cada logro. Se debe seguir llenando ese reloj de arena y sé que pronto el fútbol femenino será visto como un deporte profesional en el país; para eso trabajamos muchísimo”, expuso.
Esta caraqueña aparte de soñar en jugar la final con la “Vinotinto” en el venidero mundial (Jordania), desea ser fisioterapista, por supuesto sin olvidar el fútbol; ella también quiere ser jugadora profesional. García nos comentó que el apoyo familiar y de la Federación Venezolana de Fútbol ha sido importante. Antes de participar en el Suramericano de Barquisimeto estuvo tres meses sin tener contacto con su familia, por eso la concentración es determinante en cada jugadora.
“Eso lo decide cada jugadora; en ese momento no se puede tener comunicación con nadie, ni ir a nuestras casas. Al final nos acostumbramos. Es un sacrificio que se debe hacer porque es lo que nos gusta”, añadió.
Ese sacrificio se vio recompensando porque 15 días antes del inicio del Suramericano sufrió una lesión en la planta del pie y pensó que no participaría en el evento, sin embargo, se recuperó a tiempo, continuó entrenando y al final jugó los siete encuentros de Venezuela. Dios premia la constancia.
¿Quiéres saber de qué nos habló María Gabriela Bonfanti de la selección Sub-20? En mi próxima entrega.
Desdelaplaza.com / Joel Paulo Chartez