Para nadie es un secreto que el ritmo vive en África y en consecuencia, pues somos herederos de tantas maravillosas verdades de aquel continente, en América Latina y el Caribe.
La cadencia, el ritmo, y la armonía estética de los movimientos surge de manera natural en los oriundos del continente latinoamericano: es mucho más común que un niño baile antes de caminar, que lo contrario. Parte del legado de madres y padres a hijos e hijas es justo, enseñarles a bailar.
El mundial es una prueba muy evidente y oportuna de todo esto. El combinado colombiano, al igual que el combinado ghanés, brasileño, camerunés, y nigeriano, por citar ejemplos, son un dechado de ritmo y cadencia, en las celebraciones del gol, que a veces hace dudar qué asombra más, si el gol anotado, o el ritmo que se marcan para celebrarlo.
Recientemente la selección belga quiso hacer lo mismo que en su momento hizo el equipo a cargo del profesor Pekerman. Lo que salió no fue en lo absoluto ni siquiera parecido, porque los belgas han sorprendido con el juego, pero con el baile el asunto sigue siendo el mismo. Le mostramos el video que compara a los seleccionados, y que ha sido uno de los más comentados en Brasil, incluso por los propios jugadores, que han sabido reírse de la broma.
Desde la Plaza/ Pulzo/ AMH