Aunque este no fue un año nada fácil para el púgil Ismael Barroso (19-0-2, 18 KO) terminó de la mejor manera posible. Luego de pasar por momentos lamentables y una serie de circunstancias desfavorables, el criollo cerró con el objetivo alcanzado, convertirse en campeón.
El “Tigre” como así le llaman superó ampliamente la que ha sido la prueba más complicada de su carrera hasta el momento y noqueó en apenas cinco capítulos a Kevin Mitchell para obtener el título interino ligero de la Asociación Mundial de Boxeo y silenciar la Arena O2 de Londres.
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Este sueño de llegar a la cima nunca fue algo personal, sino de toda su familia, especialmente su esposa, quien fue asesinada el pasado 23 de enero en un intento de robo.
Con el dolor latente, pero concentrado en la meta, “El Tigrito” se puso todos sus esfuerzos en conseguir una corona que dedicar a su fallecida pareja y a sus tres niños, quienes residen en Venezuela.
Barroso demostró desde el primer momento que el currículo de Mitchell y su condición de local serían elementos de importancia nula sobre el cuadrilátero. El nativo fue quien propuso siempre en el combate ante un contrincante más defensivo.
Sin atinar demasiado, pero poniendo mucha presión, Barroso se fue abriendo camino hasta que en el tercer asalto logró poner a Mitchell contra las cuerdas por primera vez. En el cuarto capítulo, el desenlace del inglés empezó a hacerse notar y se fue a la lona por primera vez. Barroso repitió la dosis en el quinto y aunque su rival se reincorporó, logró rematarlo con una seguidilla de rectos para que el réferi detuviese la contienda cuando restaban 13 segundos.
DesdeLaPlaza.com/ÚN/CJO