Por: Toro Belisario
El fútbol, festín deportivo que el mundo disfruta, al rededor de él un sin fin de aristas que desatan la locura del capitalismo salvaje, multimillonarias contrataciones, corrupción, exacerbación de los egos, muertes todo un submundo que va más allá de los 90 minutos en cancha.
Ha sido utilizada esta pasión para dominar masas e «ideotizar» mentes, durante la dictadura argentina y brasilera en pleno mundial cientos de militantes de izquierda fueron desaparecidos y asesinados en el silencio del grito de gool.
Como indica Bernardo Mestre, no se puede asociar al fútbol con Marx (por razones de espacio y tiempo) sin embargo en “El Capital”, el autor destina el primer capítulo a la descripción de “La mercancía”.
Allí, define a la misma como “un objeto exterior, una cosa que por sus propiedades satisface necesidades humanas de cualquier clase” y aclara que cualquiera de ellas posee un doble carácter, ya que se constituye tanto como un valor de uso, como también un valor de cambio. La mercancía vendría a ser, entonces, el jugador de fútbol. Vemos la garra imperial impresa en clubes que con grandes capitales se imponen a los más modestos hasta mandarlos al fondo de la tabla, sin recursos ni estrellas, relegados constantemente por la fanticada opiosa.
Contra estas cuestiones del capital la organización popular siempre ha sido la alternativa y el mundo del fútbol no es la excepción, Maradona un ejemplo de un dominado por el imperio fútbolero que luego de conocer a Fidel abrió los ojos y se sumó a la lucha contra el fútbol negocio, detrás de él existen grandes movimientos en el mundo que denuncian y luchan por imponer un fútbol del pueblo, el que se juega en los barrios y es liberador, el de los campeonatos locales, y el que en escenarios de alto nivel no ve a espectadores y jugadores como boleteria en dolares, el de hinchadas como la del Livorno de Italia que acude con sus banderas de Che y canciones comunistas, hinchadas que con conciencia de clase elevaron homenaje al Comandante Chávez con su partida, el fútbol popular es acción política donde la falta la canta el mismo jugador sin necesidad de arbitro, es lucha contra el capital, el fútbol popular como decía Antonio Gramsci, es «este reino de la lealtad humana ejercida al aire libre».
Ya al día de hoy la fiesta se ha encendido, la ciudad de Mérida se prende en un festín fútbolero, nuestra vinotinto que en lo general es tricolor merece el mayor apoyo y así mismo la revolución que nos trae esta «lealtad al aire libre», no permitamos que la escuálidera y su capital tomen con su odio el estadio metropolitano, con cada acción de ellos va un VENEZUELA de nosotros a viva voz!!
Todos en una sola gran fuerza, todos en un solo gran frente de vanguardia, unidos seremos invencibles!!
DesdeLaPlaza.com/ Frente de Vanguardia Hugo Chávez