Usain Bolt reapareció este fin de semana en los Juegos de la Commonwealth. Llevaba ocho meses sin correr sobre las pistas de atletismo y regresó para participar en el 4×100 junto a sus compatriotas Jason Livermore, Nickel Ashmeade y Kemar Bailey-Cole. Jamaica logró el oro y Bolt volvió a exhibirse sobre la pista del estadio Hampden Park de Glasgow.
Ni rastro de los meses que había estado parado por las lesiones. Reapareció y voló sobre el tartán. Uno de los trucos del jamaicano para mantener ese buen estado de forma sin necesidad de correr pasa por lo que se conoce como entrenamiento funcional.
Glen Mills es el entrenador de Usain Bolt desde 2005 y desde que este jamaicano dirige al hombre más rápido de la tierra, éste no ha dejado de cosechar éxitos. Mills ha utilizado métodos y materiales diferentes a lo habitual. El atleta ha incluido en sus entrenamientos ejercicios de pilates y muchos materiales como el «core board» o las gomas elásticas. Tampoco falta el trabajo con peso en la sala de fitness.
Además de estos ejercicios, las gomas de resistencia son otro instrumento fundamental en la actividad diaria de Bolt con el fin de trabajar la potencia en las piernas y mejorar así la salida en las carreras de velocidad. La carrera lastrada también forma parte de su rutina para aumentar la potencia.
Además de todo lo deportivo, Mills insiste en el respeto mutuo que debe de existir entre el entrenador y el atleta. En este caso, esa premisa se cumple totalmente. Este hombre de 64 años y de discurso pausado dedica su vida a entrenar y a tratar de que Bolt siga mejorando sus marcas. Soltero y de voz profunda ha sabido aprovechar el potencial del atleta jamaicano y supo convencerlo para que corriera el 100 metros, ya que hasta la fecha sólo había hecho carreras por encima de los 200.
Desde la Plaza/El Confidencial/AMH