El año pasado, exactamente el 26 de septiembre, Yankee Stadium vio el último wine-up del panameño Mariano Rivera, el mejor cerrador de todos los tiempos y futuro Salón de la Fama de Cooperstown.
En ese momento el equipo de New York fueron barridos por Rays de Tampa Bay, pero nada de eso importó, todos querían ver ese momento, su último lanzamiento, su último out. Ahí estuvo Derek Jeter, quien lo despidió inmensamente.
Un año después, nuevamente Yankee Stadium fue el centro de atención, ya eliminados, realizaron el último juego de la temporada en casa y fue el último turno de Derek Jeter en Yankee Stadium.
¡Que momento! El último hit del «Capitán» fue para darle una victoria a su equipo, como de Serie Mundial, como uno de esos tantos imparables que conectó en juegos de postemporada, 200 en total. En el histórico encuentro asistieron sus amigos ya retirados, Mariano Rivera, Jorge Posada, Tino Martínez, Andy Pettitte, Bernie Williams, Joe Torre, y por supuestos sus padres.
«Todavía siento que puedo jugar, sólo que ya no quiero; estoy contento de la manera como ha sido mi carrera. Quiero decir que todavía tenemos un par de partidos por jugar en Boston, pero estoy muy contento como todo se ha dado, yo no cambiaría nada al respecto, no cambiaría nada ese último juego, porque esto es exactamente lo que soñé, fui capaz de hacer más de lo que soñé«, relató Jeter en rueda de prensa al final del juego.
De origen afrodescendiente, Jeter se ganó el respeto de todo un beisbol. No es el mejor campocorto defensivo, ni ofensivo, pero su elegancia y entrega para jugar hablan por sí solo.
Un jugador insigne que no necesitó esteroides; su constancia y empeño fueron sus marcas de registros. Ganó cinco Series Mundiales, con sus jugadas y batazos hizo levantar a un público; marcó una dinastía, una hegemonía. Protagonistas de outs inolvidables, con un swing perfecto, con un salto impecable. Más allá de sus números, su nombre estará al lado de grandes jugadores.
Luego del retiro de Rivera y ahora el de Jeter cuando el domingo finalice la temporada, surge una pregunta lógica, ¿llegarán ambos unánime al Salón de la Fama de Cooperstown?
Fue una noche mágica para Jeter, ese caballeroso campocorto se despidió de su público, de su casa, de sus compañeros de equipo, luego de 20 grandes temporadas. Su destino está más que escrito, un sitio en Cooperstown.
Desde La Plaza / Joel Paulo Chartez