La ciudad de Curitiba está maravillada con la selección española, reconocen que son sus rivales fundamentales, pero no por eso han dejado de apreciar su nivel y de tener amables gestos con los hombres de Vicente Del Bosque.
Las colas para ver los entrenamientos de los actuales campeones del mundo han sobrepasado cualquier pronóstico.
Quizás como un gesto de agradecimiento ante la calidez y el saber estar de los curitibanos, ayer, Gerard Piqué tuvo por segunda vez un gesto muy grato con un niño brasileño.
El jovencito se coló y burló todos los sistemas de seguridad, muy seriamente y sin mucha claridad, visitó el césped mientras los agentes de seguridad lo perseguían, y Piqué salió en su defensa. Le acompañó a salir del campo, pero antes le regaló la chaqueta, lo abrazó y lo besó.
En los tiempos que corren, con las fortunas de los futbolistas tan cuestionadas, vienen bien estos gestos de humanidad y cariño, después de todo, los futbolistas son lo que son, por los niños que se cuelan a los campos, y la gente que hace horas interminables de colas para verlos.
[youtube http://www.youtube.com/watch?v=z5mA65nntzY]Desde la Plaza/ ANT3/ AMH