El pasado jueves Javier Mascherano puso fin a su litigio con el ministerio de Hacienda. El futbolista argentino llegó un pacto por el cual reconoce el delito por dos fraudes y debe pagar una multa de 800.000 euros. Este ejemplo le puede servir a Leo Messi que también tiene problemas fiscales.
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El crack azulgrana no sabe qué actitud adoptar. La postura de Mascherano tiene sus ventajas. La principal es la de cerrar para siempre un asunto desagradable. Si lo hiciera evitaría tener que sentarse en el banquillo y el revuelo mediático que conllevaría.
La opción de su compatriota garantiza cierta tranquilidad y olvidarse del tema de una vez para siempre después de dos años estando en boca de todos. Este pacto obligaría al pago de una multa elevada, pero que no supone un gran problema para el futbolista teniendo en cuenta sus enormes ingresos anuales.
Sin embargo, Leo se resiste a negociar este acuerdo. El motivo es que su actual abogado, Enrique Bacigalupo, está convencido de la inocencia de Leo y que la estructura fiscal que diseñaron los asesores fiscales del futbolista está dentro de la legalidad.
El primer objetivo de los abogados y el padre del futbolista fue siempre que Leo quedara libre de culpa. Por eso, ingresaron una importante suma de dinero a Hacienda en señal de buena voluntad.
Sin embargo, no pudieron evitar su inculpación. Por este motivo cambiaron de abogado y ahora se plantean la opción de llegar hasta el final, sabiendo que en ningún caso hay opción de cárcel para el padre o el hijo. Sin embargo, el desgaste de esta opción sería enorme.
DesdeLaPlaza.com/Marca/KM