El Barça ha goleado con suma facilidad (0-5) en una plaza en la que últimamente el equipo azulgrana había sufrido de manera considerable y continúa con un pleno de victorias como líder en solitario de la Liga.
El Levante fue en esta ocasión una marioneta en manos del mejor jugador del mundo, Leo Messi, que volvió a dar un recital de asistencias para que su equipo siga líder de la Liga en solitario. Neymar, Rakitic, Pedro Sandro y el propio argentino hunden un poco más a un Levante que sigue sin levantar cabeza.
El partido en el Ciutat de Valencia sirvió para certificar que lo de Messi va en serio, que el mejor jugador del último lustro sigue con ganas de dejar boquiabierto al mundo cada fin de semana. Este es un Messi diferente, igual de trascendente y decisivo, pero en el que el gol ya no es lo más importante.
Ahora lo crucial es el equipo, prueba de que los grandes títulos son su objetivo. En cuatro partidos de Liga ha dado cinco asistencias y ha marcado tres goles, registros que a los que hay que sumar su enorme implicación en cada jugada.
Guiados por Messi, los hombres de Luis Enrique pasaron por encima de un Levante que jugó con diez más de cincuenta minutos por la injusta expulsión de Vyntra. Los azulgrana tardaron en abrir la lata más de media hora pero volvieron a ser el equipo serio que no concede demasiado tras y que domina el partido con sobriedad hasta que surge la magia de sus estrellas.
Desde la Plaza/La Vanguardia/AMH