La presidenta Rousseff ha sido durísimamente atacada por los medios privados, nacionales e internacionales.
Ha sido duramente atacada por la oposición brasileña, que ha querido desvirtuar una justa protesta de los ciudadanos, fundamentalmente contra la FIFA, para que el mundo viera a la Presidenta Rousseff como una dirigente inhumana, sorda, indiferente, y poco solidaria.
Pretendieron hacer olvidar, sobre todo al pueblo brasileño, quien es Dilma Rousseff, quien es Lula Da Silva.
El éxito incuestionable de esta Copa, que está siendo, tal y como se lo propuso Dilma, la Copa de las Copas, es la certificación de que trabajar con decencia y dignidad, sin importar el tamaño del enemigo, lleva todo proyecto a buen término.
El pueblo que siempre ha sido más entendido, honra con este sentido homenaje a su presidenta, una de las mujeres más poderosas del mundo, y sin duda, de las más admiradas también.
Desde la Plaza / AMH