El Atlético de Madrid consiguió vencer a la Juventus de Turín (1-0) gracias a un gol del turco Arda Turán, en un partido en el que fue el único equipo que buscó mover el marcador ya que los italianos jugaron al empate, algo que el conjunto de Simeone sólo aceptó 45 minutos, para posteriormente ir a por el partido hasta que consiguió desequilibrarlo con el tanto de Arda.
Tres puntos que suponen un triple premio: la tranquilidad en la clasificación; el cierre definitivo de cualquier duda surgida tras la derrota en Atenas; y una victoria de mucho prestigio ante un rival histórico del fútbol Europeo. Para la Juve, la derrota en principio no debería suponer un trauma mayor que el seguir sintiéndose inferior cuando juega ante un rival de entidad. Los de Allegri -y de Conte el año pasado- siguen sin plasmar en Europa su dominio local.
Fue un partido con dos guiones separados por el espacio temporal de las dos partes de las que consta un choque. En la primera la premisa fue no encajar. Fueron 45 minutos de pura táctica, nadie quería conceder el más mínimo espacio al rival. Un guión que hizo jirones el Atlético de Madrid en la segunda parte. Un punto era demasiado poco para el subcampeón de Europa después de dos jornadas, y así lo refrendó en el campo, donde desde el 46 fue a por el partido.
Desde la Plaza/Europa Press/AMH