La final de los dos Papas, la que disputarán el domingo en el Maracaná Alemania y Argentina tendrá asegurada la neutralidad celestial, por enfrentar al equipo del Papa Francisco contra el del papa emérito Joseph Ratzinger.
La afición al fútbol de ambos es bien conocida. Ratzinger es socio de honor del Bayern Múnich, que en 2013 le entregó el carnet número 100.000, y ha escrito, incluso, sobre los beneficios de este deporte.
Jorge Bergoglio es un reconocido hincha del San Lorenzo de Almagro desde niño, ya que su padre jugó en el equipo “cuervo” de baloncesto. En 1985, el entonces cardenal Joseph Ratzinger publicó un artículo como parte del libro “Suchen, was droben ist” (Buscar lo de arriba) en el que destacaba la importancia de un Mundial, “un acontecimiento que cautiva a cientos de millones de personas” y describía el fútbol como “una especie de intento de vuelta al paraíso”.
Para Ratzinger, lo más importante de este deporte es que “une a través del objetivo común; el éxito y el fracaso de cada uno están cifrados en el éxito y el fracaso del conjunto”. Por su parte, el Papa Francisco utilizó el fútbol, durante su visita a Brasil el pasado mes de mayo, para explicar su mensaje religioso. “Sean protagonistas, jueguen para adelante, pateen para adelante, construyan un mundo mejor”, exhortó.
Desde la Plaza/ Sin Embargo/ AMH