Alazán Ta’Fino: De la gloria al ocaso

El pasado martes en la noche, en una finca en San Antonio de Los Altos, falleció de un infarto el caballo campeón Ta’Fino. Quien en 1993, ganó la categoría de Caballo del Año. Tenía 26 años y era propiedad del jinete Richard Bracho.

Puede leer: Fundación Mario Lissón intercambio autógrafos por juguetes

Este miércoles desde Estados Unidos, su jinete suministró la información vía telefónica: «Una triste noticia para toda mi familia, especialmente para mis hijos. Ta’Fino fue mi trampolín a la fama.  Será inolvidable», dijo.

Alazán de categoría

Ta’Fino nació el 20 de marzo de 1989, en el haras El Guamito. Fue criado en Haras La Colmena hasta la edad de 18 meses. Fue hijo del padrillo Irish Breeze en la yegua madre Open Sky.

Jorge Enrique y Juan Carlos Salas Quintero fueron sus primeros dueños, lo compraron por Bs. 100.000, para representar los colores del Stud Vanona.  Ta’Fino ganó 15 carreras. Además, obtuvo el título campeón 4 más años y campeón fondista en 1993.

El caballo padeció de Azoospermia (baja producción de espermatozoides). Sin embargo tuvo unos cuántos hijos: Ta’Bello, Niña Gris, Mi Moraleja, Príncipe Fino, Póngale, Ta’Moro, Ta’Mar, Ta’Dulce, Princess Avalon y Mi Nana Gratzi, todos figuraron como grandes ganadores al igual que su padre.

Ta’Fino batió récord de los 2.400 metros en 149″1 en La Rinconada y de los 2.000 metros en 123″2 en el hipódromo de Santa Rita. Su última victoria selectiva fue en los 3200 metros del Clásico Fuerzas Armadas.

La Dra. Morella Trejo, lo recuerda como el inolvidable crack «hasta con los cascos bañados en sangre, fue capaz de imponerse en competencias clásicas».

Luego de una vida de campeón Ta’Fino, comenzó a bajar las marcas y fue regalado a un campesino del estado Bolívar. En 2007, el jinete José Antonio García, se dirigió a cumplir unos compromisos en el Hipódromo de Rancho Alegre.

Y, una mañana cualquiera hizo un pequeño recorrido por un caserío campesino, cerca de una humilde casa logró avistar a un caballo en muy malas condiciones y en total descuido (pesaba algo más de 200 kilos) y el jinete sorprendido le preguntó al anciano: ¿porque tiene a ese pobre animal en ese estado tan deplorable?, el señor le contesto “así me lo regalaron, supuestamente había sido un gran campeón, se llama Ta’Fino”.

El jinete sorprendido se comunicó inmediatamente con el jinete Richard Bracho y le manifestó lo que habían visto sus ojos.

Richard viajó al Estado Bolívar y se percató que si era el animal con el que compartió tantas glorias y logró catapultarlo hacia el estrellato. En manera de agradecimiento procedió a comprar el animal por una módica suma de dinero.

Finalmente, lo trasladó hasta San Antonio de los Altos y lo internó en una finca (Haras Capricornus Star) donde el caballo Ta’Fino recibió la asistencia médica veterinaria que merecía, además de buena alimentación y todo el cariño que Richard Bracho, su esposa y sus hijos pudieron brindarle. “Quise agradecerle esos grandes momentos y lo tuve por ocho años. Ahora se fue para colocarse al lado de su entrenador José Armando Contreras”, finalizó Bracho.

DesdeLaPlaza.com/Agencias/ACR