Si eres de esas personas a las que les encanta ver las competencias de gimnasia en cualquiera de sus categorías – rítmica, aeróbica, artística y acrobática- en la que las jóvenes hacen impresionantes movimientos con la delicadeza de un cisne, te sorprenderá ver lo que puede hacer Johanna Quass, una abuelita de 89 años que gracias a su capacidad y movimientos es reconocida como la gimnasta más veterana del mundo por el libro de los Récord Guinness.
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Johanna nació en Hohenmölsen, Alemania, el 20 de noviembre de 1925. Su apellido de soltera es Geibler, pero desde 1963, cuando se casó con Gerhard Quaas -también gimnasta-, utiliza el apellido de su esposo. Tuvieron tres hijas.
Sus primeras competencias fueron a los 9 años, y se mantuvo en actividad hasta completar su escuela secundaria. A causa de la Segunda Guerra Mundial, nunca pudo participar en los Juegos Olímpicos, que estuvieron en receso desde 1936 hasta 1948.
Al finalizar la guerra se dedicó a trabajar en su especialidad, como profesora de entrenadores y atletas de alto rendimiento, entre ellos algunos olímpicos como Barbara Dix-Stolz y Christel Felgner-Wunder.
A los 57 años decidió volver a entrenarse a la par de sus dirigidos. Corría 1982 cuando ganó el festival de Leipzig, y tras la reunificación alemana continuó realizando sus rutinas en cada festival deportivo en el que los veteranos tuvieran su lugar.
Cobró fama internacional en 2012, cuando se anunció que entraría en el Libro de los Récords Guinness como la gimnasta más veterana del mundo, lo que sucedió el 13 de septiembre de ese año.
Desde entonces, sus exhibiciones generan admiración global y ha sido invitada a realizarlas incluso en desfiles callejeros, como el que refleja su fanpage en Facebook:
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