Por: José Miguel Sequera
El mundo está lleno de muchos aeropuertos, ese sitio donde convergen tantas personas de todas partes del mundo, en lo personal me gusta mucho visitarlos, no sé por qué, son sitios que me atraen mucho, pero, también son sitios que se prestan para muchas cosas, y en los tiempos que vivimos la seguridad dentro de ellos ha estado fallando muy seguido y se han convertido en lugares terroríficos para muchas personas, es por eso que te haré una serie de recomendaciones para que no te sucedan situaciones incomodas dentro de ellos y disfrutes de tu estancia mientras viajas.
Primero que nada, nunca descuide sus pertenencias ni sus documentos, yo preferiría quedarme sin dinero que sin documentos y al menos una muda de ropa en un aeropuerto, su documentación es su vida impresa cuando estás viajando, debes apreciarla como a ti mism@, jamás los dejes tirados ni mucho menos se los confíes a alguien más, eso es suyo y usted debe hacerse responsable por ellos, como si fuera su hij@ pequeñ@, cuídelos, si los extravías, te las verás feas.
En segundo lugar su maleta, igualmente, no la descuide ni se la confíe a nadie, solo usted debe tener acceso a ella y nadie más, se han visto tantos casos donde involucran a personas inocentes en crímenes de narcotráfico, terrorismo y pare usted de contar la cantidad de oportunidades que le das a personas con malas intenciones de arruinarle el viaje y hasta la vida, a los incautos que transitan por los terminales aéreos, !!!!mosca mi gente!!!! se está viendo de todo en esos sitios y la prevención es su mejor aliada.
En tercer lugar, colabore con las autoridades, en pocas palabras, no se ponga popi con ellos, si lo van a revisar, por seguridad, acceda sin quejarse, si usted no la debe no la teme, mantenga la calma, y si en el momento que usted está siendo sometid@ a revisión por parte de la seguridad y su vuelo está por dejarl@, intente demostrar de la forma más amable que pueda su prisa y con boleto en mano justifique porque su actitud apresurada, que para ellos genera sospechas, pero como usted es buena gente, seguro entenderán su prisa, lo dejaran ir y no perderá su vuelo.
En una próxima entrega seguiremos hablando de este peculiar sitio donde se viven tantos momentos, dulces y amargos, pero que cuando emigras, de alguna u otra forma te toca vivir.