Por: José Miguel Sequera
Si eres emigrante seguro has pensado en volver a casa después de una larga ausencia, el reencuentro con la familia, los amigos, paseos y volver a visitar esos lugares que tanto te gustan de tu tierra.
Es sin duda algo que a todos nos llena de ilusión y ansias al momento de planear una visita a casa, pero, ¿cómo dar la sorpresa? ¿avisar que vas o simplemente caer como una bomba y que nadie sepa cómo llegaste?
Una vez yo decidí sorprender a mi familia sin avisar que llegaba, todo fue muy bonito y emocional, mis padres y mis herman@s no podían creer lo que veían, un año entero sin vernos y yo les caí en la casa, de sorpresa y sin previo aviso, lágrimas de alegría y abrazos por doquier, llamadas a mis tías y tíos avisando que me encontraba en casa, cuando ellos llegaron a confirmar la noticia fue la misma historia, hasta insultos me llevé porque ellos les habría gustado la idea de haberme recibido con una fiesta y todas esas cosas, pero en ese momento no sé de dónde salieron todos los ingredientes para la pachanga y amanecimos celebrando que nos reencontrábamos después de tanto sin vernos.
Les llevé regalos, a los que pude (somos muchos), y a los que no, simplemente les dediqué tiempo y abrazos en cantidades para que no se sintieran menospreciados, igual fue muy bonito todo.
Al día siguiente mi madre me confesó que ella estaba muy feliz de verme pero que no se lo volviera hacer, o sea, que le avisara la próxima vez que fuera, ella es hipertensa y su tensión es algo delicada, fuertes emociones la pueden complicar y yo fui una de esas emociones que los doctores le prohibieron, me dijo, «hijo, me haces muy feliz pero la próxima vez, mejor avísame» esa noche no pudo dormir bien, sentía que el corazón se le salía del pecho y se tuvo que tomar una dosis más fuerte de su pastilla para calmar la situación, y bueno, ahora le digo hasta para donde salgo con tal de que esté tranquila y no se mortifique tanto, ustedes saben que eso es casi imposible de lograr, cuando se convierten en madres o padres nunca descansan ni dejan de estar preocupados por sus hijos.
Así que, en usted querido lector, queda la decisión de darles una grata sorpresa a sus seres queridos cuando retorne o simplemente avíseles con tiempo para que lo reciban y puedan compartir bellos momentos en familia, es algo inigualable, no se compara con nada en la vida, pasar tiempo con tus seres amados es algo que no tiene precio, así el pasaje te haya costado un ojo de la cara, esos momentos merecen el esfuerzo.
Nunca olvides a tus seres queridos que ellos tampoco lo harán.