¿Cómo conviertes una idea en un emprendimiento?
La pandemia nos tocó a todos, de repente la vida “normal” que conocías se convirtió en NADA. Muchos bolsillos medio llenos, pero son más los que quedaron bien vacíos. “La estabilidad económica” definitivamente se esfumó (para los que todavía en este siglo y en este país sobre todo, creían en ella), lo positivo: La reinvención.
Desde el 2019 venía una ola creciente de “Nuevos Proyectos”, la economía se sentía y se veía en modo “Transformación”, sin embargo el 2020 nos sorprendió y volvió a cambiar el juego.
Empresas en quiebra, tiendas cerradas, miles de desempleados, demasiados infectados, varios muertos, la pandemia arrasó con todo, quedó la esperanza y la valía, el “hazlo tú mismo” nunca fue más importante que en estos momentos. Y aunque desde afuera quizá pudiese verse como una “moda”, convertirse en emprendedor ha sido la luz al final del túnel para muchas personas.
Lo que te aseguro no ha cambiado es la forma en cómo conviertes una idea en un emprendimiento, y es aquí en donde nos adentraremos.
Tienes en mente “la idea”, pues este tiempo en casa te ayudó a redescubrirte como persona y hurgar en esa mente tan llena de todo y de nada a la vez. Pasaste por depresión, aburrimiento, ocio y muchos más, pero finalmente “se prendió el bombillo”, es lo que quieres hacer y te encantará hacer de aquí en adelante. Además en el fondo sabes que con constancia llegarás tan lejos como quieras. No solo eso, si le das la forma que tanto necesitas en este momento iniciarás siendo autoempleado, así como lees, serás tu propio jefe, quien se pague sus gastos y sus deudas, poco a poco irás escalando y abriendo camino a oportunidades increíbles.
¡Ya está! Lo primero es el nombre, ¿cómo se llama esa idea? Este es el momento en el que la haces presente llevando la idea del plano intangible al plano tangible, así que no esperes más y colócale un nombre. ¿Ya lo tienes? Pasamos al siguiente paso.
Investiga el mercado. ¿Quiénes son tus potenciales clientes? ¿Cómo son? ¿Qué hacen? Sobre todo, ¿qué necesitan? Date cuenta si realmente aportarás algo para satisfacer sus necesidades o mejorar su estilo de vida.
Investiga a la competencia. Seguro que como tu idea hay varias parecidas (nunca iguales). Algunas con trayectoria otras tan nuevas como tu idea, investígalos a todos ¿Cómo son? ¿Qué hacen? ¿Qué dicen? ¿Cuáles son sus precios de venta? ¿Cuál es su modelo de negocio? Mientras más sepas mejor. Te preguntarás ¿Y esto para qué, no quiero ser una copia? Y pues precisamente para eso, necesitas saber todo sobre la competencia así verás los vacíos, lo que puedes hacer diferente a ellos, esto permitirá en muchos casos que lo que hagas este dirigido a un nicho (segmentación de mercado) bien específico (esto es una de las mejores cosas que te puede pasar en un proyecto, si sabes cómo encaminarlo).
Ahora sí ¿Ya tienes todo? Entonces registra tu idea, formalízala, ubica un abogado o contador de confianza, pídele que te asesore y que redacte un Registro Mercantil que abarque esa idea y más si es posible.
Avanza y ten formación en el mundo digital, para que así tú mismo puedas idealizar un plan estratégico de marketing y desarrollo de negocios que impulse la idea y te lleve a los siguientes niveles (recomiendo con los ojos cerrados todos los mentoring de Caracas Valley).
De aquí en adelante todo irá armándose como rompecabezas, cada pieza se irá mostrando ante ti. Dependiendo de la idea surge “el papeleo”, registros, permisos, imprenta, p.o.p, etc.
Voalá, así es como conviertes una idea en un emprendimiento. Han sido años de aprendizaje, pero lo más importante siempre será iniciar, no lo pienses tanto y dale forma a esa gran idea.
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