En cada institución pública deben ser reforzados los controles para evitar el germen y consecuente desarrollo de la corrupción. La motivación se me viene a propósito de la experiencia vivida la semana anterior por la colega Yuleidys Hernández, en la oficina del Saime ubicada en Parque Central, Caracas.
En un artículo publicado en Diario Vea el 12 de julio, narró que cuando aguardaba en la cola el momento de ser atendida, una funcionaria a la que identificó como la jefa de la oficina se dirigió a a quienes demandaban atención, con la siguiente expresión: “No intenten pagar a ningún funcionario para que le agilicen los procesos, porque no aceptamos ningún tipo de pago”.
#12Jul Esta semana @YuleidysToledo nos comenta en su columna sobre Una experiencia positiva en el Saime en medio de la espera. No dejes de leer y compartir #DiplomaciaDePaz #BuenViernes @Ildegargil @NicolasMaduro @dcabellor @VillegasPoljak @Mippcivzla pic.twitter.com/eF9rcEryVX
— DIARIO VEA (@DIARIOVEAHOY) July 12, 2019
La gerente aludida agregó que si algún funcionaria o funcionario pretendía cobrar por sus servicios, pues, “que lo denuncien”.
Esa experiencia no debe pasar por debajo de la mesa, y menos cuando (sin negar la realidad adversa, originada de diversas causas), desde todos los ángulos se empeñan en hacernos creer que vivimos rodeados de la desesperanza y la perdición total, para lograr de nosotros y nosotras la rendición total.
El hecho me motiva a hacer un aporte, en aras del reforzamiento de los mecanismos citados al inicio.
En cada oficina de interés público (por modesta que parezca), manejado por hombres y mujeres adscritos a la Administración Pública, debe desplegarse un sistema de audio interno en el que una voz agradable, continua y permanente, reitere la condición de gratuidad de los servicios prestados por el personal.
Añadiría que al final de cada sonido, se indique la norma legal que sustenta tal información.
Está demostrado que las campañas, de cualquier naturaleza, surten efectos. Generan respuestas. Blindan la contraloría social. Y son muy eficientes cuando están acompañadas, de un gran trabajo de producción.
“Pido ayuda para combatir la corrupción. Este es el nuevo comienzo, yo quiero un nuevo comienzo para el plan 2030”, dijo el Presidente Nicolás Maduro ante los representantes del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y otros organismos internacionales en enero de este año.
Ciertamente, esa debe ser la constante. Esta pelea no depende sólo del jefe de Estado. Todas y todos estamos en la obligación de involucrarnos en ella.
¡Chávez vive…la lucha sigue!