Veo con preocupación que en las últimas semanas mucha gente ha optado con caminar largas distancias para poder llegar a algún destino, bien sea lugar de trabajo, casa, en fin…y bueno como ya es un hecho público y notorio, justamente se trata por el aumento arbitrario del pasaje por parte de los monopolios del transporte.
Pero mayor preocupación, resulta que las autoridades encargadas de planificar, ejecutar y supervisar las políticas en esta materia, no se hayan pronunciado al respecto por el aumento del pasaje, pero sí se hayan pronunciado en atender las necesidades operativas de los mismos transportistas abusadores que pretenden que el resto de los trabajadores que requerimos sus servicios le paguemos la comida, el vestido, la gasolina, el mantenimiento del vehículo y los caprichos de las esposas, a punta de aumento tras aumento.
Bueno, el gobierno nacional le instala mesas de trabajo para atender sus necesidades de cauchos, baterías, repuestos, entre otros, y dentro de unos días quieren volver aumentar el pasaje, ¡coño! ¿será que estos carajos pretenden que los únicos jodidos y afectados por todo este peo económico son ellos y sus unidades?
Como siempre lo he considerado ¡que transporte público un carajo!, esa vaina es transporte privado para el público, y como tal deberían de ser tratados y llamados por su nombre. Entonces, sería mejor que el gobierno nacional a través del ministerio de transporte terrestre, en vez de ayudar a los ‘bachaqueros del transporte’ (que ya es evidente que no respetan acuerdos de ningún tipo), termine de salir de sus oficinas y se meta en las comunidades para que empiece a crear nuevas líneas verdaderamente ‘PÚBLICAS’, como el resto de los sistemas de transporte más exitosos en Venezuela, como lo son los que se encuentran en manos del Estado (Metro de Caracas, Trol Mérida, Transbarca, Metro Bus, Ferrocarril de los Valles del Tuy, BusCaracas), que más allá de cualquier detalle mejorable que se pueda presentar, son administrados con la intención de servir al colectivo y no tienen como fin último la ganancia.
Entonces, como dirían los maracuchos ¡vergación! todo el año sentados negociando con estos carajos, y en lo que va de 2017 ya han aumentado el pasaje más veces que el sueldo mínimo, contando hasta las veces que lo han hecho ilegalmente ¡hasta cuando pues!
¿Coño será que habrá algún ministro de transporte terrestre que pueda hacer una mejor gestión al respecto?, porque desde que sacaron a Haiman El Troudi de esa cartera ya ni elevados, carreteras, autopistas, ni distribuidores construyen.
Para hacer las cosas lo que se necesita es tener voluntad política y, si tenemos una fábrica de autobuses chinos, ¿es muy difícil crear líneas de transporte públicas como las hay en otros países?
Hasta cuando el pueblo trabajador y estudiantil tiene que estar jalándole bolas a estos choferes bandidos para que los dejen montarse en las unidades y los trasladen a su destino, ¡ah porque esa es otra!, hasta condiciones a los usuarios ponen algunos para permitir el abordaje a la bendita camioneta.
Ellos que cobren lo que se le dé la gana, porque esas unidades son privadas no son públicas, no son del ciudadano, no son del pueblo, entonces que sean ellos mismos los que mantenga sus unidades como mejor les parezca y que el Estado termine de socializar el transporte como una necesidad básica esencial del pueblo, así como el sinceramiento de los precios del sistema público de transporte, pero del verdadero sistema público, no el de los que no han hecho creer toda la vida que la ‘encava’ es nuestra porque nos llevan todos los días en ella.