Por: Luisa Ugueto
La película venezolana “La casa del fin de los tiempos” tendrá su versión en Hollywood. Según diversas notas de prensa, el Estudio New Line Cinema hará un remake de esta cinta criolla. ¿La mejorarán o la destrozarán como acostumbran a hacer en Hollywood con algunas películas?
No me sorprende que muestren interés por el cine latino, ya es casi una costumbre eso de hacer remakes de películas que ya han funcionado bien en español. La gran industria, muchas veces no acepta, que hay cintas que no pueden ser superadas, independientemente de la cantidad de dinero que les inviertan.
Durante estos últimos años, algunas películas latinas han tenido su remake con resultados deplorables.
Recientemente, lo hicieron con la cinta ganadora del Óscar “El secreto de sus ojos” (2009) de Juan José Campanella. La versión norteamericana tiene como protagonista a Nicole Kidman y Julia Roberts, la estrenaron en el año 2015 y se llamó “Secretos de una obsesión”. La película no tiene nada que ver con la trama original de la argentina. Todo lo que posee gracia, tiene sentido y es profundo en la cinta original, en la versión gringa es superficial y hueco, además de incoherente. La cinta es un completo despropósito, más que una versión, debería interpretarse como un insulto a la película original.
Años atrás, otro remake de Hollywood también se encargó de destrozar otra cinta de habla hispana. Tom Cruise protagonizó “Vanilla Sky” en el año 2001, un remake de la genial película del director español Alejandro Amenábar “Abre los ojos” (1997). En la versión norteamericana, se pierde el sentido del drama original para construir un relato caricaturesco e incoherente.
Otro caso similar, sucedió algunos años después, cuando el director Gregory Jacobs se encargó de ridiculizar la cinta argentina de Fabián Bielinsky “9 reinas”. El remake de la película estaría protagonizado por Diego Luna y John C. Reilly, quienes a pesar de su talento no logran subirse al carro de la genialidad que posee la película original. En “9 reinas” la creatividad flota en el aire durante toda la película, haciendo de ella una pequeña obra de arte. Nada que ver con la versión de Hollywood.
Esperemos que la cinta venezolana tenga mejor suerte o que al menos quienes corrieron el riesgo de hacer cine en un país tan improbable como el nuestro, aprovechen la oportunidad para encontrar nuevos fondos económicos.