Decía Sun Tzu “El enemigo que actúa aisladamente, que carece de estrategia y que toma a la ligera a sus adversarios, inevitablemente acabará siendo derrotado”. Y parece que no se equivoca porque en esta guerra a la que estamos sometidos los venezolanos los enemigos de la Patria nos subestiman y actúan cada quien por su lado, buscando caotizarnos y que nos comamos los unos a los otros. Sin embargo, en medio de ese desorden, tienen bien marcada su estrategia de llevarnos por un despeñadero y algunos de los nuestros caen en la misma trampa de cambiar “oro por espejitos”.
En medio de la guerra económica de los empresarios contra el pueblo, el venezolano, en busca de los productos de primera necesidad, hace lo imposible para adquirirlos, pero tal es el arrecio de la baja de producción y desvío en la distribución, que el infame bachaquero termina ganando terreno en la venta de lo que se supone deberíamos poder adquirir. Y ya hemos dicho que las medidas que se están tomando no dan abasto para combatir a esa plaga social y económica.
Y es que tampoco ayuda la visibilización sistemática del bachaquerismo. Para combatirla no deberíamos darle promoción en los medios sino combatirla de raíz y mostrar resultados sobre las actuaciones sobre ella, pero pareciera que se le está haciendo entrada y se le está dando argumentos científicos al fenómeno. Desde hace un tiempo una encuestadora a la cual la oposición acusa de ser afecta al Gobierno viene haciendo un estudio sobre el comportamiento de los precios que venden los bachaqueros en Petare y a esos resultados los denominó Cesta Petare, lo cual le da un carácter de indicador que echa por traste cualquier intención de bajar los precios y hacerlos accesible al pueblo.
Esta Cesta Petare pasará a ser ahora en adelante un indicador de precios en donde todo comerciante formal y los acaparadores usarán para subir sus precios. Lo absurdo de todo esto es que es un indicador nacido de un delito, que no debería ni ser nombrado para no darle beligerancia a los actores de esta guerra que nos quieren perjudicar. Tanto luchar contra el DolarToday y de Tucarro.com para venir a ahogarnos en la Cesta Petare.
Y lo cumbre es que desafortunadamente el venezolano come nabo con los precios: mientras mas caro se lo ponen, más lo compra porque nos han inoculado la idea de que lo barato sale caro, que es de mala calidad o es “chino”. Eso lo saben los que llevan el mercadeo de las marcas de los productos que están acaparados o son distribuidos a los bachaqueros, con tal de hacernos la vida cuadritos.
Pero la cuestión no es sólo que comemos nabo, es que es incomprensible que tanto que acusamos a las trasnacionales de ser actores de la guerra económica contra el país y tenemos a un ministro que pacta precisamente con una de ellas para que los productos de detergentes, higiene y aseo personal aparezcan en el mercado. Esa medida no protege para nada al pueblo, lo pone en franca dependencia de esa empresa trasnacional, habiendo muchas otras empresas que en conjunto pueden asumir la producción de todos los rubros de esta megacorporación, que sólo para suplir al mercado nacional, seguro importará de Brasil o Ecuador esos “anhelados” productos, que de por sí se van hacia Colombia por el contrabando de extracción. Eso no es estimular la producción nacional, es quitarle unas bujías al motor de producción que anunció el presidente Maduro.
Mientra esta empresa reducía su producción y sus productos eran desviados hacia Colombia, surgieron en el país otras marcas de pequeños productores que al ver la necesidad de la gente, empezaron a fabricar detergentes, jabones líquidos, cloro, y otros productos de aseo. Por eso el impacto en la gente del desabastecimiento de estos rubros no ha sido tan fuerte. Pero hasta ellos llegó el bachaquerismo y de precios razonables empezaron a distorsionarse hacia el aumento desmedido.
Muy mal entonces asumir una posición cómoda y negociar con las trasnacionales para que “aumenten la producción” perjudicando ese creciente sector nacional que puede aportar y diversificar las diversas marcas de productos que se traduce en aumentar la oferta y satisfacer la demanda con mejores precios para todas y todos.
Mientras tanto, la torpeza de los otros actores de esta guerra contra la gente también los está llevando al desespero psiquiátrico. Están intentando activar un referéndum contra el presidente Maduro pero no les dan los tiempos y por la flojera y piratería que los caracteriza, entregaron unas firmas que según los comisionados para la revisión de las planillas, están viciadas, llenas de firmas planas y con una cantidad de elementos que parece indicar un fraude a la ley. Por eso hemos visto mucho silencio al respecto y más bien pretenden activar los pasos violentos para derrocar al gobierno nacional.
Peor es la torpeza de quienes, en su ignorancia supina, pretenden hacer creer a sus seguidores que el decreto de Estado de Excepción debe ser notificado a la ONU y a la OEA y que dicho decreto suspende las garantías constitucionales. En ninguna parte del decreto se menciona la suspensión de las garantías. Y como Estado Soberano, no tenemos que notificarle a ningún organismo multilateral sobre las decisiones de orden interno. De verdad que lo de los barriles de petróleo no fue suficiente. Pero así estamos, llenos de una fauna opositora que son el hazmerreír de la derecha continental.
Por eso es que el pueblo ganará esta guerra y la oposición pasará al olvido.
DesdeLaPlaza.com /Noel Briceño Rios