Las alergias son reacciones inmunológicas desagradables que se producen en un individuo posterior al contacto con algún agente que la desencadene (alergeno), generalmente hay historia familiar, ya que el componente genético tiene mucho peso, sin embargo otros factores como exposición temprana o tardía a ciertas sustancias o alimentos pueden iniciarlas, así como factores ambientales pueden potenciarlas como en el caso del cigarrillo.
Las enfermedades alérgicas nos acompañan toda la vida, en algunos casos ocurre mejoría con el paso del tiempo y los síntomas pueden hacerse mínimos o hasta desaparecer, en otros pacientes las reacciones se intensifican cada vez que hacen contacto con el alergeno.
Los enemigos del niño alérgico pueden estar en cualquier parte, pero los más comunes son: los ácaros del polvo, el polen, jabones, alimentos como la leche de vaca, la soya, el maní, huevo y los mariscos. En la actualidad la frecuencia y severidad de las alergias en niños se ha incrementado. Hasta un 35% de los niños sufren de algún tipo de alergia. Se ha planteado que el aumento de contaminantes ambientales, procesamiento y aditivos de alimentos, el decremento de lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses y la introducción temprana de algunos alimentos puedan ser las causas del aumento de la incidencia de alergias.
Entre las enfermedades alérgicas más comunes se encuentran: el asma: caracterizada por hiperreactividad del sistema respiratorio (bronquial) que hace que el paciente sufra de episodios de tos, sibilancias (pitos respiratorios) y dificultad para respirar. Rinitis alérgica, muy común, se presenta con estornudos frecuentes, producción abundante de moco y obstrucción nasal al exponerse a polvo, humedad, olores fuertes, etc. La conjuntivitis alérgica: muy similar a la rinitis pero con síntomas visuales: picazón y enrojecimiento de ojos, lagrimeo. La dermatitis atópica (inflamaciones de la piel): manifestada con lesiones como erupciones, cambios de coloración, picazón y resequedad. También se ven con frecuencia dermatitis de contacto, cuando se usan prendas de vestir, accesorios o materiales que activen la respuesta alérgica e inflamatoria de la piel. Las alergias alimentarias: manifestadas con urticarias tras el consumo de algún alimento, a veces asociadas con vómitos y síntomas intestinales y el cuadro más grave la anafilaxia donde la respuesta alérgica es muy severa y compromete la vida del que la padece, es una emergencia médica ya que se producen síntomas sistémicos especialmente cardiovasculares y respiratorios que ameritan tratamiento inmediato.
Es importante consultar a un especialista cuando se presentan síntomas de alergia, para identificar el agente específico y así evitarlo, ya que el mejor tratamiento es prevenir la exposición. En casos de padecer una alergia, se recomendarán medicamentos antihistamínicos (que contrarrestran la acción de la histamina, principal mediador de los procesos fisiopatológicos de la alergia). Otras terapias incluyen desensibilización ante el alergeno y las aplica un especialista en inmunología.
Los niños son más propensos a presentar alergias, pues se están sensibilizando constantemente a agentes del medio externo, aunque a cualquier edad pueden manifestarse síntomas.
Se recomienda entonces para prevenir el desarrollo de enfermedades alérgicas:
- Mantener la lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses de edad e introducir en forma oportuna y adecuada los alimentos cuando se inicia la dieta complementaria.
- Mantener control pediátrico regular, especialmente en los niños con antecedentes familiares de alergias y asma bronquial.
- Mantener una dieta saludable con predominio de alimentos naturales y poco procesados.
- No fumar y como parte de un estilo de vida saludable promover la actividad física y el esparcimiento que siempre van en beneficio de fortalecer y regular el sistema inmune.